"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

sábado, 9 de octubre de 2010

"Todo el pescado será pronto un artículo de lujo"

Daniel Pauly, máximo experto mundial en pesca

VÍCTOR-M. AMELA - lavanguardia.es 4 de octubre de 2010

Tengo 64 años. Nací en París y vivo en Vancouver. Soy profesor de Pesquería en la British Columbia University. Tengo una hija treintañera. Soy socialdemócrata. Desconfío de todas las religiones por igual. Desde joven confié en mejorar el mundo: sigo intentándolo

¿Pican?

Cada vez menos.

¿Por qué?

La presión de la pesca industrial esquilma las poblaciones de peces en todo el planeta.

¿Desde cuándo se nota esta mengua?

Hace quince años las pesquerías eran locales. Desde entonces, la pesquería se globaliza.

¿Puede ilustrarlo con datos?

De los años 50 a los 80, la superficie de pesca se amplió un millón de km2al año. De 1980 a 1995, pasó a crecer 3 millones de km2al año. Ahora ha dejado de crecer.

¿Por qué?

¡Porque todo el planeta está ya copado! Pescamos ya en el fin del mundo: en el sur del Pacífico, en la Antártida...

¿Con qué resultados?

Si vamos tan lejos en busca de peces es porque cada vez hay menos...

Voy al mercado y no lo noto.

Nuestras lonjas del primer mundo son el destino prioritario de esa pesca remota. Sí lo notan las lonjas de países pobres: los peces que antes estaban en puestos de Dakar, Áfricaoriental, India... ahora están aquí.

¿Y aquí cuándo empezaremos a notarlo?

Una abuela que se pasee por el mercado no reconocerá ya la mayoría de los peces.

¿Qué pasará si seguimos así?

El pescado se encarecerá más ymás: tus hijos sólo lo comerán en Navidad, en una boda...

¿Incluido el sushi? Les encanta.

Creer que todo el mundo iba a poder comer sushi todo el tiempo es un delirio.

¿Qué especie corre más peligro?
Dentro de veinte años habrá desaparecido el atún de tu vida. Pero lo grave es la tendencia: a esta especie le seguirá otra, y otra...

¿Qué estamos haciendo mal?

Vaciamos una zona de pesca... y luego vamos a por otra. Es una estafa piramidal: ¡nos liquidamos el capital! Es insostenible.

¿Hay alternativa?
Una pesca artesanal permitiría mantener el stock, el capital de pesca: pescando menos cantidad, más selectivamente y sin alterar los fondos marinos. ¡Nada de redes de arrastre, sólo anzuelos!

¿Qué consecuencias comporta la pesca por arrastre?

El mar del Norte era rocoso... y hoy es fangoso. La red de arrastre destruye los fondos marinos, los arrasa, los inhabilita para una ulterior repoblación. Y, encima, se pesca lo que no se quiere pescar.

¿Por ejemplo?

La pesca de merluza o bacalao no debería llamarse así, porque sólo un 40% de lo pescado en las redes es merluza o bacalao: ¡el 60% son especies diversas..., cuyos cadáveres se arrojan luego al mar! Al año, son casi 20 millones de toneladas de pescado desperdiciados.

¿Cuántos millones de toneladas de pescado sí llegan a puerto?

Al año, 53 millones de toneladas de pescado son capturados para consumo humano. De estas toneladas, 24 millones se pescan artesanalmente: dan un medio de vida todavía a 12 millones de personas. Los otros 29 millones se pescan a gran escala: dan trabajo sólo a medio millón de personas.

Y enormes beneficios a algunos pocos, supongo...

Mire el caso de España: ha orillado la pesca artesanal para volcarse en la industrial. La pesquería española extrae peces en todos los mares del planeta... y extrae dinero del contribuyente.

¿Dinero mío?

Sí, casi 500 millones de euros europeos subvencionan esta estructura industrial de enormes pesqueros conquistadores de mares remotos, que esquilman la pesca que era para pescadores artesanales locales. Con ese dinero, además, compran derechos de pesca en costas de países pobres.

¿La acuicultura podría ser la alternativa?

Hoy produce 40 millones de toneladas para consumo humano: China produce el 70% de todo ese pescado de piscifactoría del mundo; el resto, otros países. Pero hoy no es la alternativa: son peces carnívoros (como el salmón) que se engordan con harinas de pescado, anchoveta y sardina. ¡Es absurdo!

¿Por qué?

Necesitamos ¡una tonelada! de anchoveta y sardina para producir sólo 200 kilos de salmón. ¡Qué sinsentido! ¿No sería mejor comerse la sardina y la anchoveta que convertirlas en pienso para salmones?

Qué rica la sardina, sí.

Y más sana: a mayor edad del pez (salmón, atún...), más riesgo de concentración de metales pesados. ¡Usar anchoveta y sardina para producir salmón es dilapidar lo bueno para amplificar lo malo!

Si usted mandase, ¿qué tres medidas adoptaría en bien de la pesca?

Una, supresión de las subvenciones. Dos, creación de zonas protegidas (en diversos grados). Y tres, cuotas individuales de pesca (por pescador o por buque).

El cambio climático ¿está afectando de algún modo a la pesca?

Sí: los bancos de peces están desplazándose desde los mares cálidos hasta los fríos. Dentro de unos años, los países tropicales dispondrán de muy poca pesca...

¿Come usted mucho pescado?

Como lo que mi esposa me cocina, ja ja... Pescado, dos o tres veces al mes.

Es poco, ¿no?

Ella compra y cocina, y está bien así: comemos salmón rojo (sockeye),un salmón salvaje del Pacífico, muy rico y saludable.

Ocean 2012

El doctor Pauly habla un español aceptable, gracias a sus largos trabajos en países latinoamericanos: desde joven quiso ayudar a los más desfavorecidos, y encontró su particular modo de hacerlo estudiando a fondo los problemas de la pesca y planteando alternativas. Ha dirigido los más detallistas estudios sobre pesquerías y ha promovido iniciativas como www. fishbase. org, la más completa base de datos sobre pesca. Ha dado una conferencia en la Universitat de Barcelona, en colaboración con la Fundació Ocean 2012 (www.ocean2012.eu), una alianza de organizaciones que propone modificar el marco regulador de la pesquería europea, en beneficio del futuro de la pesca.

Habitar. Redibujar el entramado urbano

La ciudad invisible

Arquitectura y diseño Por Fredy Massad.

ABCD 03 de octubre de 2010 - número: 965





Apuntaba William Mitchell en e-Topía: «La arquitectura ya no es simplemente el juego de los volúmenes bajo la luz: ahora incluye el juego de la información digital bajo el espacio». Esa razón hace imposible analizar hoy la ciudad únicamente a través de su materialidad. La evolución de la tecnología digital (y el modo en que transforma nuestros modos de hacer, de comunicarnos y de habitar) se acelera exponencialmente, superponiéndose a la lentitud con la que comparativamente se modifica la urbe. Vivimos en entornos construidos sobre los que se halla superpuesta otra capa de ciudad que interviene de una manera decisiva para entender cuáles son sus dinámicas reales y plantear su definición. El análisis de esas nuevas formulaciones experimentales es el tema de Habitar. Redibujar el entramado urbano, la última propuesta del proyecto Mediateca Expandida de La Laboral en Gijón.


José Luis de Vicente y Fabien Girardin, respectivamente, comisario y asesor de esta cita, plantean que uno de los conceptos «posibles» para explicar la evolución del pensamiento arquitectónico y urbanístico, desde la segunda mitad del siglo XX, hasta el presente sea el de la progresiva desmaterialización de la ciudad: «La ciudad pasa a ser vista cada vez menos como un espacio construido y más como el conjunto de procesos dinámicos y flujos humanos que se suceden sobre su infraestructura».

Las diecisiete propuestas producidas por artistas, estudios de arquitectura y diseño y centros de investigación ?y los ensayos del catálogo? dejan patente cómo el paisaje urbano actual precisa de la producción e intervención de nuevas metodologías para analizar las dinámicas que tienen lugar sobre el espacio urbano. La muestra presenta en perspectiva la heterogeneidad de prácticas, herramientas, soluciones y lenguajes que se están desarrollando para analizar las nuevas condiciones de lo urbano y cómo se está redefiniendo la experiencia del espacio íntimo y público. Las propuestas de Habitar permiten comprender cómo esos patrones de uso y la información digital amplifican la conciencia colectiva del medio urbano como organismo vivo.

Molly Wright Steenson sintetiza en su ensayo el potencial de los nuevos modos: «Nuestros cuerpos son el hardware y nuestro comportamiento el software. ¿Cómo se funden nuestros cuerpos con las ciudades? ¿Y cómo pueden nuestras ciudades aprender de nosotros?». Este concepto es examinado en los proyectos de SENSEable City Lab, donde el análisis de dinámicas en tiempo real desde datos tomados de teléfonos móviles, la visualización de la ciudad desde una perspectiva aérea o el seguimiento de la basura pueden ayudar a detectar y reducir las ineficiencias existentes en el sistema urbano.

LIBROS Y NOVELAS SOBRELA CRISIS EN BABELIA nº 984

Fotografia




El tiempo del desconsuelo 
JOAQUÍN ESTEFANÍA


Tres años después del inicio de la crisis aparece una nueva hornada de libros que, en vez de narrarla, analizan sus secuelas y las herramientas para superarla.

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El refugio de los lectores 
TONI GARCÍA


La crisis también se siente en las novedades. Los editores arriesgan menos al lanzar nuevos títulos y los lectores dejan de lado los clásicos en favor del género negro

Fotografia

Entrevista
Adam Haslett anticipó la crisis financiera 
ANDREA AGUILAR


"El dolor fue un tema que me eligió", afirma el autor estadounidense, que imaginó hace más de diez años Union Atlantic, su primera novela, protagonizada por un banquero sin escrúpulos, una profesora estricta y liberal y un estudiante

Dinero y más dinero
NURIA BARRIOS

jueves, 7 de octubre de 2010

Alguien debería contarles que...sus hipotecas ya están en manos del Tesoro chino

Las revelaciones de Sant Benet


Es una irresponsabilidad no contar todas las previsiones, que se supone que Zapatero conoce perfectamente

Rafael Nadal  LA VANGUARDIA 07/10/2010
Alguien debería convocar solemnemente a los ciudadanos españoles y contarles que dentro de 40 años la edad media de la población africana será de 18 años.


Alguien debería contarles que en el mismo plazo de tiempo la economía china será ya el 40% de la economía mundial. Alguien debería contarles que mantener el sistema de bienestar español dentro de 40 años requerirá quince millones de nuevos trabajadores.


Alguien debería explicar que mientras España mantenga la tasa de natalidad más baja de Europa deberá buscar estos trabajadores en países extranjeros, aunque desde un punto de vista de equilibrio social resulte insoportable.


Alguien debería decirles a los ciudadanos que todos hemos gastado más de lo razonable y que nuestras deudas, las de las familias, son muy superiores a las de las administraciones públicas y las empresas.


Alguien debería decirles que las hipotecas de sus casas en realidad no están en manos de las cajas y bancos que les prestaron un dinero que no tenían y que fueron a buscar a bancos franceses y alemanes.


Alguien debería aventurar que quizás ahora sus hipotecas ya están en manos del Tesoro chino, que ha empezado a comprar deuda soberana de la zona euro.


Alguien debería hablarles abiertamente de las crecientes transferencias de poder, que ya no se dan de un país occidental a otro, sino de Occidente a otras partes del planeta.


Alguien debería reconocer ante ellos que los gobiernos mandan menos de lo que mandaban.


Alguien debería preguntar crudamente a los ciudadanos si Europa debe seguir abriendo sus concursos de obras públicas a países no comunitarios para que los acabe ganando China, un país que a menudo no cumple con las directrices de la Organización Mundial del Comercio.


Alguien debería tener la valentía de reconocer que probablemente la crisis nació con la presidencia de Bill Clinton y con el mandato de Lawrence Summers al frente del Tesoro norteamericano, cuando con la voluntad de dar casa a los que no tenían, promovieron hipotecas para los que no podían pagarlas.


Alguien debería advertir que California, el estado más rico del mundo, no logra salir del colapso: para aprobar los presupuestos anuales necesita una mayoría imposible de dos tercios de los diputados, mientras que con sólo unos miles de firmas todas las minorías pueden presentar iniciativas legislativas –algunas oportunas, otras sumamente estrafalarias– que se acaban aprobando con costes inasumibles.


Es posible que algunos de los enunciados anteriores no se cumplan. Hasta es posible que algunas políticas derivadas de este tipo de previsiones retrasen la salida de la crisis, como ha dicho el Nobel de Economía Joseph Stiglitz. Pero para buscar alternativas, primero es imprescindible conocer las hipótesis que manejan los expertos. Las que Jordi Pujol, Felipe González, Javier Solana, Enrique Iglesias y otros líderes políticos y empresariales nos contaron la semana pasada en el monasterio de Sant Benet de Bages, alrededor de una gran mesa rectangular a la que nos sentamos un centenar de privilegiados convocados por la cátedra Lideratges i Governança Democràtica de Esade, cuyo titular es el propio Pujol y que dirige el profesor Àngel Castiñeira.


Así nos lo contaron a nosotros, pero alguien con autoridad y legitimidad suficientes debería contárselo también a los ciudadanos. En todos los países occidentales lo han explicado directamente los presidentes del Gobierno. No ha sido el caso de Zapatero, que aún no ha comparecido solemnemente ante las cámaras desde que en mayo fue obligado a rectificar de la noche a la mañana su política económica. Es una irresponsabilidad no contar todas estas previsiones, que se supone que conoce perfectamente. Aunque tratándose de Rodríguez Zapatero, tampoco puede descartarse totalmente que haya preferido no enterarse.


En cualquier caso, parece que no podemos contar con el presidente para contarles a los ciudadanos que cuando Javier Solana dice que hoy los gobiernos mandan menos que antes quiere decir que el Gobierno de España y todos los gobiernos europeos mandan menos que antes, pero que seguramente el Gobierno chino y otros gobiernos asiáticos mandan más que nunca. Tanto, que últimamente Felipe González ha encontrado a algunos de sus interlocutores americanos fascinados con el mandarinato chino. Así lo confesó fríamente la otra noche, durante la cena en el monasterio, cuando acababa de encender un puro habano que parecía de primera categoría:


Algunos líderes empiezan a envidiar a los chinos su sistema por la facilidad con la que pueden tomar decisiones. Solana ya me dijo algo parecido hace un par de años cuando me invitó a una inquietante comida mano a mano:


–Cuando cayó el Muro, supusimos que era cuestión de pocos años que la democracia se extendiera como una mancha de aceite por todo el planeta. Ahora ya sabemos que no será así e incluso veremos algunos pasos atrás: China y Rusia ya han decidido que nunca van a seguir nuestro modelo.


¡Alguien debería advertir a nuestros ciudadanos! Tienen derecho a dormir tan mal como dormimos algunos después de pasar por Sant Benet de Bages.

¿Eficiencia o equidad?

Complementarios, de Juan Tugores Ques en La Vanguardia


Los planteamientos maniqueos tienen un extraño pero profundo atractivo sobre los seres humanos en todos los órdenes de la vida. En demasiadas ocasiones hemos asistido -a lo largo de la historia y en los tiempos presentes- a interesadas manipulaciones de este atractivo, a menudo con resultados empobrecedores. La contraposición entre eficiencia o competitividad, por un lado, y equidad o cohesión social, por otro, es una de las antinomias de moda. Sacralizar la una para legitimar retrocesos en la otra está al orden del día. Y sin duda hay que reconocer que en ocasiones no queda más remedio que elegir y no es fácil. Pero también es cierto que muy a menudo no se saca todo el partido de mecanismos de complementariedad entre ambos razonables objetivos.

De hecho una de las razones por las cuáles algunos países están de forma sistemática en lo alto de indicadores de ambas dimensiones es su capacidad para dotarse de un marco social de actitudes y valores y de un sistema institucional que potencie esas complementariedades. La publicación del último Informe de Competitividad Global del World Economic Forum muestra cómo entre los diez primeros figuran tres países europeos nórdicos sin que sus avanzados estados del bienestar parezcan ser un lastre, ocupando asimismo posiciones en el top ten países como Holanda y, en el número 1, Suiza. “Hacer las cosas bien” y “remar todos en la misma dirección” son logros que se consiguen mejor juntos que separados.

Por ello antes de entrar en debates maniqueos deberíamos valorar -y priorizar- qué configuraciones, políticas o reglas podemos mejorar para sacar partido de esas complementariedades. Por ejemplo, a la hora de valorar el establecimiento de una mínima tasa sobre transacciones financieras internacionales. Sin apriorismos ideológicos se podría constatar cómo el aspecto señalado hace casi 40 años por el premio Nobel James Tobin en términos de ganancias de eficiencia derivadas de un sistema monetario y financiero menos volátil e inestable se ve complementado por una potencial mejora en la equidad si somos capaces -esa es otra- de articular una gestión democrática y transparente, una pieza importante en la gobernanza de la globalización que necesitamos… al menos si no queremos repetir los errores que nos condujeron a la inacabada crisis.

Juan Tugores Ques. Catedrático de Economía de la UB.


5 Octubre, 2010