EL PERIÓDICO, 26/3/2009 CRÓNICA DESDE NUEVA DELHI // MARIBEL IZCUE
Río sagrado, pero no inagotable
- Un depósito de agua.
MARIBEL Izcue
Que el agua es un líquido precioso y cada vez más escaso es algo que los delhís saben bien. Cuando llega el verano y los termómetros se disparan en la ciudad, lo que en apariencia es tan simple como abrir un grifo y que de él salga agua puede convertirse en todo un triunfo. Porque, mientras presume de crecimiento industrial, la capital del segundo país más poblado del mundo sigue teniendo solo cuatro horas de agua corriente al día.El resto del tiempo, los ciudadanos utilizan los depósitos que hay en todos los edificios y que, en teoría, acumulan el valioso líquido durante esas cuatro horas. En la práctica, las supuestas cuatro horas se reducen a menudo a dos y los tanques se quedan medio vacíos. Así que los camiones cisterna municipales, que circulan por la ciudad con agua para rellenar depósitos en caso de emergencia, se convierten en estos días en los vehículos más buscados por las víctimas de esta sequía urbana, que suelen pagar sin pensárselo dos veces sustanciosas propinas a los conductores para que acudan a su casa antes que a la del vecino.
La principal fuente de agua de la ciudad ha sido desde tiempos inmemoriales el río Yamuna, uno de los grandes afluentes del sagrado Ganges. La mitología hindú también considera sagradas --pero menos-- las aguas de este río que, según las antiguas escrituras védicas, cambió su curso en más de una ocasión por voluntad de los dioses.
Poco importa que hoy sea uno de los más contaminados de la India: para Nueva Delhi el espeso Yamuna sigue teniendo una importancia vital, ya que casi el 90% del agua corriente --y tratada-- que se suministra en la ciudad procede de su caudal. Pero este, por sagrado que sea, no es inagotable. Y los pozos acuíferos del subsuelo, de donde procede el resto del suministro de la ciudad, están sobreexplotados.
Ahora, cuando está a punto de empezar de nuevo la temporada más calurosa en Nueva Delhi, la asociación de cámaras de comercio de la India ha hecho sonar las alarmas publicando un informe que ha titulado, con un cierto sarcasmo, Agua: Mitos y misterios.
Entre los misterios que intenta aclarar está, por ejemplo, adónde van a parar cada día 13 millones de metros cúbicos de agua. Y es que de los 30 millones de metros cúbicos distribuidos a diario por el municipio, solo 17 millones llegan a los consumidores finales. La respuesta: hasta el 40% del suministro se pierde en escapes y filtraciones a lo largo de los 8.900 kilómetros de tuberías públicas que recorren la ciudad. A este paso, y si los ciudadanos no regulan además su consumo de agua, Nueva Delhi va a quedarse sin reservas para el año 2015, afirma el informe.
En un tímido intento de avivar la conciencia ecologista de los delhís, las autoridades han colocado algunos carteles por la ciudad que animan a ahorrar agua, pero lo que las cámaras de comercio piden a gritos es un plan contundente de acción. Y que, en vista de que media ciudad está levantada por las obras para construir una red de metro, se arreglen de paso las tuberías.
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