EDUARDO MENDOZA 31/01/2009
El factor humano podría ser la mejor novela del año de no ser porque todo lo que cuenta sucedió de verdad. Y una verdad estremecedora, aunque hoy y desde nuestra perspectiva, casi nadie la recuerde. Ajena por razones históricas al mundo colonial africano (con la excepción anecdótica de Guinea) y ajena hasta hace poco a los problemas derivados de la diversidad racial (con la excepción anecdótica de los gitanos), la opinión pública española siempre vio el conflicto de Suráfrica y el apartheid como algo remoto sobre cuyo fondo todo el mundo estaba de acuerdo: un sistema en el que una minoría blanca oprimía a una mayoría negra era insostenible y debía resolverse de inmediato. Pero ni los más optimistas, aquí o en cualquier parte, creían que esta solución pudiera ser pacífica. Un largo periodo de injusticia, brutalidad, cárcel, tortura, revueltas y matanzas había alimentado el odio de millones de oprimidos y la determinación de la minoría amenazada de defender sus privilegios y tal vez sus vidas a un precio que incluía, entre otros útiles, la bomba atómica. Cuando el final de la descolonización y de la guerra fría hizo inaplazable el cambio en Suráfrica, el mundo se preparó para una guerra civil terrible e inevitable. Y sin embargo, contra todo lo previsible, el conflicto surafricano se resolvió de un modo pacífico, por un método racional y a través de una cadena de episodios tan increíbles como afortunados.
El factor humano cuenta este proceso de un modo claro, inteligente, objetivo y tan ameno que el lector menos interesado por la historia se sentirá atrapado desde la primera página, no sólo por este singular proceso, sino por sus insólitos protagonistas, empezando por la fascinante figura de Nelson Mandela, un hombre en quien concurrían la inteligencia, la bondad, la astucia y la elegancia.
John Carlin nació en Londres en 1956, estudió en Oxford y, aunque actualmente reside en España, ha ejercido el periodismo en varios países, incluida Suráfrica durante los años en que ocurrieron los acontecimientos que relata. Conoce, pues, los hechos de primera mano y personalmente a sus protagonistas, lo que da viveza y proximidad al relato, sin que el propio Carlin se inmiscuya en ningún momento, lo que siempre es de agradecer. Como buen periodista, sabe seleccionar y organizar la información con una economía y eficacia a la que hacen justicia la traducción castellana de María Luisa Fernández Tapia y la catalana de Pere Núñez. Dicho lo cual, añadiré que John Carlin es, sobre todo, un magnífico y apasionado narrador.
El relato, verídico en sus detalles e increíble en sus giros inesperados, pivota sobre un partido de rugby: la final del campeonato del mundo de 1995 que disputaron Suráfrica y Nueva Zelanda en Johanesburgo. En la tribuna presidencial, Nelson Mandela, que acababa de realizar la proeza de reconciliar no sólo a los blancos con los negros, sino a los distintos grupos de resistencia que durante años habían sostenido la lucha armada. En aquella ocasión, Mandela decidió utilizar el partido de rugby para consolidar esta asombrosa transición, añadiéndole un elemento emocional que uniera a todos los surafricanos sin distinción de raza. Es una muestra más de la personalidad de Mandela el que utilizara como factor de unión el deporte, vehículo de enfrentamientos por excelencia. Sólo por esta razón, el libro ha de interesar por igual a los amantes del deporte y a sus detractores. Y no hace falta ser aficionado al rugby ni entender sus reglas para que, de la mano de John Carlin, el desenlace se convierta en eso que los comentaristas deportivos suelen llamar un "partido de infarto".
Las etapas que conducen a Mandela de la prisión donde había pasado veintitrés años a presidir la nación y al partido de rugby y los personajes que se van incorporando a la trama constituyen la peripecia de este relato sorprendente y en varias ocasiones emocionante, especialmente para quienes, con sobrada razón, desconfían del género humano. Cuando se hace balance del desastroso siglo XX, la transición en Suráfrica es una de las pocas historias con final feliz.
Cuando el libro aparece en castellano y catalán, ya lleva cosechado un éxito notable en su idioma original y pronto se convertirá en película dirigida por Clint Eastwood y protagonizada por Morgan Freeman en el papel de Mandela. La noticia no añade ni quita nada a este libro espléndido por méritos propios, pero pone de manifiesto el atractivo de la historia. -
Seix Barral. Barcelona, 2009. 360 páginas. 19 euros.
El factor humà. Nelson Mandela i el partit de rugbi que va construir una nació. John Carlin. Traducción de Pere Núñez Sánchez. La Campana. Barcelona, 2009. 376 páginas. 20 euros.
Verdad estremecedora, final feliz
El factor humano. Nelson Mandela y el partido que salvó a una nación. John Carlin. Traducción de María Luisa Fernández Tapia.
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