Es cinta aislante para los cencerros de mis yeguas", describe Joan Moret, un ganadero que desde hace en Camprodon. Durante parte del año deja pastar por las montañas pirenaicas a sus más de ochenta potras, pero en época de cría junta unas cuantas en su establo para que puedan dar a luz bien recogidas. "El proceso dura unos quince días, y durante ese periodo los vecinos que vienen los fines de semana a su segunda residencia se quejan de que el ruido de las esquilas no les deja dormir por las noches", explica Joan Moret. "Por eso me veo obligado a utilizar cinta aislante", indica. El sindicato Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) asegura que este tipo de quejas que asedian a los payeses no son esporádicas sino que constituyen "un fenómeno creciente" en toda la provincia de Girona al que denominan: mobbing rural. En total, se ha detectado una treintena de casos que el sindicato agrícola no descarta llevar a los tribunales si se agravan. ...
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