"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Martha Nussbaum y las formas de exclusión

Filosofía contra la desdicha


Martha Nussbaum es sin duda una de las más lúcidas filósofas de la actualidad, cuyo pensamiento está en todo momento comprometido con la realidad y al servicio de las necesidades de los seres humanos. Analizamos las claves de su extensa obra y la entrevistamos


LA VANGUARDIA 15/09/2010 | Cultura

El pasado 28 de junio, en una sala atestada del Centre de Cultura Contemporània de Barcelona, Martha Nussbaum (NuevaYork, 1947) habló sobre la libertad de conciencia, título también de su último libro, publicado en la editorial Tusquets. Profesora de filosofía y derecho en la Universidad de Chicago, y autora de numerosos y gruesos libros, Nussbaum departió con una convincente oratoria y respondió sin vacilaciones las animosas preguntas de la audiencia. Horas antes se había sometido al siguiente cuestionario.

Martha Nussbaum fotografiada durante su reciente visita a 
Barcelona
Martha Nussbaum fotografiada durante su reciente visita a Barcelona /   LISBETH SALAS
Bibliografía
Una selección de obras de Nussbaum en castellano. (La fecha entre paréntesis indica año de publicación original en inglés)

La fragilidad del bien. Fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega (1986)
VISOR
561 PÁGINAS / 28 EUROS

La terapia del deseo. Teoría y práctica en la ética helenística (1994)
PAIDÓS
670 PÁGINAS / 45 EUROS

El conocimiento del amor. Ensayos sobre filosofía y literatura (1992)
ANTONIO MACHADO LIBROS
694 PÁGINAS / 33 EUROS

El cultivo de la humanidad. Una defensa clásica de la reforma en la educació liberal (1997)
PAIDÓS
338 PÁGINAS / 24 EUROS

Las mujeres y el desarrollo humano. El enfoque de las capacidades (2000)
HERDER
414 PÁGINAS / 34 EUROS

Paisajes del pensamiento. La inteligencia de las emociones (2001)
PAIDÓS
798 PÁGINAS / 38 EUROS

El ocultamiento de lo humano. Repugnancia, vergüenza, ley (2004)
KATZ
424 PÁGINAS / 27,90 EUROS

Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusión (2006)
PAIDÓS
447 PÁGINAS / 29 EUROS

India. Democracia y violencia religiosa (2007)
PAIDÓS
445 PÁGINAS / 39 EUROS

Libertad de conciencia. En defensa de la tradición estadounidense de igualtad religiosa (2008)
TUSQUETS
408 PÁGINAS / 20 EUROS

MÁS INFORMACIÓN
En su amplia obra, cabe identificar la vulnerabilidad como hilo conductor. ¿Es así?
Es, sin duda, uno de los asuntos centrales de mi obra. En la vulnerabilidad se vinculan los dos grandes temas de mi trabajo: las emociones y la filosofía política. La filosofía política, desde mi punto de vista, debe ocuparse de cómo evitar algunas formas de vulnerabilidad, promoviendo la seguridad y las formas de relación que acogen nuestra vulnerabilidad, como el amor o la amistad.

Ha introducido el concepto de decencia. ¿Cómo la define?En el pasado la decencia estaba vinculada a determinados comportamientos sexuales. Lo indecente hoy es que una persona no pueda vivir de acuerdo con lo que considera digno.

¿Hay una clave autobiográfica en su obra?
En toda obra filosófica hay motivos autobiográficos. Paisajes del pensamiento (Paidós) se inicia con una larga descripción de la muerte de mi madre. Lo hice para que los lectores pudieran compartir conmigo una emoción potente y así prepararlos para el análisis filosófico posterior.

¿Y en su libro más reciente, "Libertad de conciencia"?
Ahí utilizo la historia de mi infancia para señalar que la gente olvida fácilmente de dónde viene. Por ejemplo, mi propia familia descendía de los colonos del Mayflower, disidentes que huían de la persecución religiosa británica buscando la libertad religiosa y que acabaron discriminando a los miembros de otras religiones. Yo misma fui objeto de su intolerancia, pues cuando me convertí al judaísmo al casarme con un judío, mi familia no aplaudió en modo alguno mi elección.

En este libro trata usted la libertad de conciencia en pie de igualdad con la libertad religiosa. ¿Son lo mismo?
Creo que es injusto privilegiar a los que buscan el sentido de la vida de manera religiosa y no dar un apoyo similar a los que lo hacen de manera secular. Sin embargo, esto conlleva problemas de arbitrariedad: ¿qué hacemos con alguien que se limita a decir que no quiere participar en el servicio militar?

¿Cómo hacerlo?
Ambos, el religioso y el secular, merecen el mismo tratamiento. Los ateos y agnósticos pueden tener reparos morales muy profundos y no deben ser discriminados frente a las personas afiliadas a una religión.

¿Constata usted un cambio en las afiliaciones religiosas de la herencia a la conversión?
En esto, la tradición americana es muy distinta de la europea. Los primeros colonos eran muy solitarios y se adherían a formas disidentes del protestantismo. Por ejemplo, Roger Williams, sobre quien escribo en mi libro, primero era anglicano, después decidió hacerse baptista, más tarde tampoco le convencía esta opción e inventó una creencia propia. Toda la tradición legal americana está basada en la idea de la elección voluntaria y en la búsqueda personal.

Usted sostiene que la libertad de conciencia es incompatible con el establecimiento de una religión. ¿Qué piensa de las iglesias oficiales en el Reino Unido y en los países escandinavos?
Creo que el sistema de religiones establecidas en los países nórdicos es muy benigno. Sin embargo, la mera afirmación constitucional "esta es nuestra religión oficial" crea una clase privilegiada. Lo mejor es un acuerdo que no otorgue privilegios a ninguna religión, ni a la religión en general en contraposición con las organizaciones no religiosas.

¿Qué hay del argumento de la identidad nacional?
No estoy de acuerdo con el argumento histórico, porque todos los países han tenido siempre minorías que no han sido reconocidas. En Italia se dice que la presencia de nuevas religiones distintas en su país es una cosa nueva. Pero la verdad es que los judíos estuvieron en Italia durante muchos siglos, y lo mismo se puede decir de toda Europa. Y nunca fueron reconocidos.

¿Basta con la no intervención estatal?
No, se precisa también la acomodación, pues existen formas sutiles de discriminación. En las democracias, siempre hay una mayoría que logra que sus ideas y tradiciones culturales y religiosas se encarnen en el sistema. Por ejemplo, en los países cristianos, el día de descanso es el domingo y las personas cuyas religiones los conminan a descansar el sábado, como los judíos o los adventistas del séptimo día, son discriminadas, pues corren el riesgo de perder su trabajo. No reconocerles este derecho sería como multarlos por no compartir las festividades de la mayoría.

¿Hay otros casos?Sí, pongamos las drogas consideradas legales. En los países cristianos el alcohol es legal, pues esa es la droga utilizada en los rituales de la religión mayoritaria, pero el peyote, utilizado por los americanos nativos por motivos religiosos, suele ser ilegal. Para evitar discriminaciones es necesario que las leyes se acomoden a estos casos.

¿Cómo aplicaría esta teoría al caso del velo integral?
Las nuevas legislaciones europeas al respecto me parecen muy injustas. Se dice que dado que nos tenemos que relacionar recíprocamente como ciudadanos, tenemos que poder vernos los rostros. Yo vengo de una ciudad muy fría en la que durante gran parte del año nos tapamos la cara con gorros y bufandas y sólo se nos ven los ojos, y sin embargo, podemos relacionarnos unos con otros como ciudadanos. Lo mismo se puede decir de algunos profesionales en los que depositamos nuestra confianza, como los cirujanos que se cubren toda la cara excepto los ojos. No creo que el argumento de la ciudadanía y la transparencia sea clave. El argumento subyacente es el del miedo al otro.

Como feminista, ¿no debería usted denunciar el velo integral como una forma de dominación masculina?
Hay muchas otras formas de dominación con las que transigimos. Por ejemplo, los implantes de silicona, tan extendidos en la actualidad. ¿No son acaso también prácticas que expresan formas de dominación masculina? Incluso diría que son más graves aún, pues la ropa una se la puede quitar, mientras que un implante requiere cirugía.

¿Qué hacer entonces?
En una democracia pluralista lo que hay que hacer es respetar el derecho de las personas a elegir estilos de vida con los que no estamos de acuerdo. Yo no entiendo cómo una mujer puede querer hacerse monja, pero esto no me lleva a concluir que se debería ilegalizar a las monjas. La gente busca maneras distintas de darle un sentido a la vida. Y dado que eso es muy difícil, dejémosles que lo hagan a su manera. Lo importante es que en las escuelas las chicas aprendan cuáles son sus derechos, que se les ofrezca una gran variedad de elecciones mediante un buen sistema educativo y buenas oportunidades de empleo. Esta es la manera de contrarrestar la discriminación.

¿Qué opina de la presencia del crucifijo en las escuelas?
La cruz es un símbolo de una religión, no de todas las religiones. Y es también un símbolo religioso por oposición a la no religión. El criterio debe ser que lo que las instituciones decidan exponer sea inclusivo.

¿Es posible defender la libertad religiosa y mantener en vida el proyecto ilustrado?

Creo que justamente el proyecto ilustrado consiste en respetar por igual a las personas y concederles el máximo espacio para que conduzcan su vida de la manera que mejor les parezca. La manera de respetar mejor las elecciones personales es concederle importancia a la libertad de conciencia.

NUSSBAUM, M.; Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusión

FUENTE: http://www.barcelonametropolis.cat/es/page.asp?id=22&ui=96
Texto Fina Birulés
 
“Nussbaum apuesta por una concepción de la justicia que, sin exigiruna igualdad en facultades, sostenga la igualdad de todos los seres humanos”.
Las fronteras de la justicia. Consideraciones sobre la exclusiónMartha C. Nussbaum 
Ediciones Paidós
Barcelona, 2007
448 páginas


¿Cómo se puede dar contenido a la idea según la cual todos los seres humanos son iguales desde el punto de vista moral? Ya en la década de los ochenta del siglo pasado,Martha Nussbaum –reconocida filósofa norteamericana y actualmente profesora de Derecho y Ética en la Universidad de Chicago– trató de encarar esta cuestión a través de su trabajo centrado en el punto de vista de las capacidades. Articulado conjuntamente con Amartya Sen, este punto de vista pretende ir más allá de la concepción común que mide las desigualdades en el desarrollo de los pueblos y regiones del mundo solo en términos del PIB. Conscientes, por una parte, del hecho de que esta concepción obvia la cuestión de una distribución justa de libertades efectivas y, por otra, de la escasa fiabilidad de los ingresos y la riqueza como índice de bienestar, Amartya Sen y Martha Nussbaum propusieron también medir el desarrollo en términos de “capacidades”.

Cuando Nussbaum habla de “capacidades”, se refiere a capacidades centrales en el funcionamiento humano –vida, salud corporal, integridad corporal, sentidos, imaginación y pensamiento, emociones, razón práctica, afiliación, relación con las otras especies y control político y material del propio entorno–, y lo hace en un intento de concreción de los derechos humanos, es decir, hasta cierto punto, hablando de libertades sustantivas y tratando de ir más allá de la justicia procedimental a través de atender a los resultados. Quiere evitar el peligro de que, al considerar a todo el mundo igual, pueda resultar un trato desigual para aquellos que, de hecho, se encuentran en una posición desfavorable.

En particular y, desde esta perspectiva, en Las fronteras de la justicia intenta perfilar una concepción de la justicia que permita hacer frente a algunos problemas de inequidad y formas de exclusión, presentes en nuestro tiempo, que exigen cambios teóricos: el lugar de las personas con discapacidades, las relaciones internacionales en la época de la globalización y nuestra relación con las criaturas no humanas. Todo eso la conduce a una reflexión muy interesante y valerosa en torno a los límites de una de las teorías más notables en la tradición occidental de filosofía política: la del contrato social.

A pesar de situar su pensamiento en el marco del liberalismo político de John Rawls, Nussbaum señala los problemas de la concepción rawlsiana del contrato social. Más allá de las complejidades y diferencias entre los pensadores de esta tradición, en conjunto nos han legado una imagen general de la sociedad como resultado de un contrato orientado al beneficio mutuo entre personas racionales, “libres, iguales e independientes”; entre personas que obtienen de su vida en común algo que no obtendrían si viviesen separadamente. Las limitaciones de esta concepción están vinculadas al hecho de que, en todos los casos, se asume que los agentes del contrato son hombres más o menos iguales en capacidad y aptos para desarrollar una actividad económica productiva, lo que conlleva que los niños, las mujeres y las personas mayores queden excluidos de la posición de negociación. Aunque las teorías contemporáneas han enmendado, hasta cierto punto, estas omisiones, lo que no hacen es incluir a personas con graves deficiencias físicas o mentales, así como tampoco a criaturas no humanas. Y el motivo de esta exclusión –señala con acierto Nussbaum– radica en un rasgo estructural de todas las concepciones del contrato social: siempre se confunden dos cuestiones que, de entrada, son diferentes, a saber, quién diseña los principios de justicia y para quién están pensados dichos principios básicos. Es decir, las partes diseñan principios para ciudadanos que, como ellos, son seres humanos racionales y adultos que no sufren deficiencias graves y que pertenecen, por lo tanto, a la misma especie.

En línea con Marx, Nussbaum concibe, en cambio, los seres humanos como criaturas necesitadas de una pluralidad de actividades vitales, de manera que la racionalidad queda como un aspecto –no el único– que define la idea de un funcionamiento auténticamente humano. Trata de perfilar una teoría en que muchos seres vivos, tanto humanos como no humanos, sean sujetos primarios de la justicia, pese a no tener facultades para participar en el procedimiento mediante el cual se escogen los principios políticos. Nussbaum apuesta por una concepción de la justicia que, sin exigir una igualdad aproximada en poderes y facultades, sostenga la igualdad de todos y cada uno de los seres humanos. Así, subraya que el hecho de ser capaz de establecer un contrato y de poseer facultades que hacen posible el beneficio mutuo en la sociedad no tienen por qué ser condiciones necesarias para ser un ciudadano dotado de dignidad y merecedor de ser tratado con respeto en un plano de igualdad con el resto.

El trabajo de Nussbaum está animado por el reconocimiento de la heterogeneidad de los seres humanos y por la idea aristotélica de que hay algo de maravilloso y digno de respeto en cualquier organismo natural complejo. La perspectiva es claramente valorativa y abre un camino que permite extender la justicia al terreno de los animales. En esta perspectiva, lo verdaderamente importante no es la igualdad de facultades, sino la igualdad moral, y lo que es significativamente trascendente es que, con independencia de las facultades naturales y supuestamente normales, los sujetos reciben exactamente el mismo trato. En este contexto se presentan buenos argumentos para reconsiderar las apelaciones a Groci o Pufendorf a la ley natural como base más sólida, no solo para la ampliación de las fronteras de la justicia, sino también para repensar la justicia internacional en un mundo cada vez más interdependiente y para abordar las desigualdades entre países ricos y pobres.

De todos modos, a pesar de que reivindique, contra la tradición secular, la óptica de la ley natural, heredera de los modelos estoicos romanos, como vía para fundamentar la igualdad moral, Nussbaum esquiva, de acuerdo con su liberalismo político, cualquier fundamentación metafísica específica, ya que el punto de vista de las capacidades se basa en aquello que todas y cada una de las personas son efectivamente capaces de hacer y de ser, según una idea intuitiva de qué es una vida de acuerdo con la dignidad humana.

Al poner en evidencia los límites del contractualismo y al especificar un umbral para cada una de las capacidades, por bajo del cual se considera que los ciudadanos no pueden funcionar de manera auténticamente humana, Nussbaum nos ofrece la descripción de una pluralidad de derechos sociales mínimos que permiten un amplio acuerdo intercultural. Ahora bien, es consciente de que su propuesta de justicia básica presupone necesariamente no solo que las personas hagan gala de una solidaridad y una benevolencia muy grandes y que mantengan este sentimiento a lo largo del tiempo, sino también que las instituciones desempeñen un papel importante a la hora de estabilizar esta benevolencia... Pero quizá éste es el precio de una especificación de los derechos humanos.

Otoño - Invierno (octubre 2007 - marzo 2008)

martes, 14 de septiembre de 2010

Lista de los ayuntamientos que no podrán endeudarse

Artículo interesante donde aparecen los ayuntamientos más endeudados del estado.

http://www.idealista.com/news/archivo/2010/09/13/0253777-los-310-ayuntamientos-espanoles-que-no-podran-endeudarse-en-2011

domingo, 12 de septiembre de 2010

"Europa va hacia el declive, como en su día Argentina" Jacques Attali

ANTONIO JIMÉNEZ BARCA EL PAÍS 02/09/2010
 

Cuando el escritor y economista francés Jacques Attali llega a la cita (las siete y media de la mañana en un lujoso café de París, a un paso de los Campos Elíseos, elegido por él), ya lleva, según confiesa, tres horas levantado, escribiendo en su casa. Elige con determinación una tarrina con queso, una ensalada de frutas y un té. El periodista, algo dormido, elige otra ensalada de frutas por imitación y un café doble por necesidad. Attali habla mientras come, sin dejar de mirar los continuos mensajes que estremecen su Blackberry. Atildado, algo distante, este antiguo consejero de François Mitterrand ha publicado un libro que ha pasado varias semanas entre los más vendidos de Francia, de título intimidante: ¿Todos arruinados en 10 años? Dada la factura del desayuno, se diría que eso se debe a lo que se gasta uno en determinados sitios. Pero Attali tiene otra teoría.

El economista y asesor de Mitterrand pronostica la ruina de Occidente

"Bueno, como todas las sociedades algo agotadas, Occidente ha tendido a superendeudarse para mantener su nivel de vida. Así, hemos mantenido, desde los años ochenta, una especie de ilusión de crecimiento económico basado, esencialmente, en la deuda. No es algo nuevo: recuerde Venecia... También ellos pensaban que lo de arruinarse era algo que les pasaba solo a otros".

La pregunta se impone: ¿Y solo nos quedan 10 años? Sin dejar de comer queso responde tranquilamente: "Es difícil saberlo con exactitud, pero sí, no creo que nos queden más de 10 años".

El periodista, claro, a estas alturas de la revelación ya está completamente despierto. ¿Y qué pasará?

"Asistiremos a la victoria de los más fuertes: China, EE UU y los bancos estadounidenses, que no están a las órdenes de EE UU. Y ganarán, me temo, los mercados. En Europa, veremos un lento declive del nivel de vida, como lo conocieron Venecia, o Argentina, en su tiempo. Todo dentro de un círculo vicioso, porque las élites, los jóvenes bien preparados que podrían sacarnos de esto, se irán a trabajar a otros sitios, a EE UU, a China o a Australia. De hecho, ya lo están haciendo".

¿Y qué se puede hacer?

Attali sonríe. Ya ha terminado de desayunar. El periodista también. Solo queda flotando en el aire una confusa sensación de apocalipsis que el economista disipa con una sonrisita algo indescifrable. "Actualmente, en un mundo globalizado, no hay cabina de piloto. La última reunión del G-20 lo prueba. Y triunfa la economía ilegal, los paraísos fiscales. Y en esos paraísos fiscales se hacen cosas que en cualquier otro Estado estarían prohibidas. Y eso afecta a todo y a todos. Hace falta una especie de policía económica internacional".

Mira la minipantalla de la Blackberry y repite que no tiene más tiempo del acordado (media hora). "Soy director de orquesta, escritor, economista, novelista: como no estoy seguro de poder reencarnarme siete veces, trato de vivir siete vidas a la vez".

De su etapa de asesor presidencial le quedan dos certezas. Una: "Para prevenir, para pronosticar, lo mejor es ponerse verdaderamente en la piel de otro". La segunda devuelve al ambiente esa sensación molesta de que el fin del mundo ya está en marcha y nadie se ha enterado: "La realidad avanza siempre más rápido de lo que uno se cree".

La crisis y sus pronósticos: "Se acabó el ir a más: habrá recortes, en recursos y en derechos" Santiago Niño Becerra

Santiago Niño (economista)
Santiago Niño Becerra, economista
ENTREVISTA: Santiago Niño 'A medio plazo lo único que hay que hacer es sobrevivir' LOLA HUETE MACHADO EL PAÍS 12/09/2010
“La democracia solo es posible cuando se vive en la abundancia”
“Nadie va a tomar el palacio de invierno. Ya no hay revoluciones”
“ La gente aún espera el milagro, quiere creer que aún existe” Santiago Niño Becerra
Economista polémico por sus teorías radicales sobre la crisis y el mundo que viene, menos humanista, más tecnócrata. Se acabó el ir a más: habrá recortes, en recursos y en derechos Santiago Niño Becerra (Barcelona, 1951) elige su despacho del Instituto Químico de Sarrià, para realizar esta entrevista. Y reconforta detenerse en el hall climatizado a respirar del sofoco de Barcelona…; a observar lo clásico del edificio, al alumnado y a los docentes que vienen y van por este centro jesuita y elitista (universidad privada Ramon Llull) que ya cumplió el siglo. Ahí están las camisetas y otros souvenirs en una vitrina para el recuerdo. Los venden. Otro producto de consumo más –también lo educativo– de los muchos que genera este mundo desarrollado asolado por una "crisis sistémica", estertor previo al fin del sistema capitalista, según dice este catedrático de Estructura Económica. Una pausa antes de sumergirnos en ese futuro terrible que, vaticino, nos va a pronosticar este hombre prolífico y polémico por sus análisis siempre radicales y neocon (para él parece no existir lo social ni otro poder que no sea el económico) que ha ido volcando en artículos en la web (lacartadelabolsa.com) y en el libro El crack de 2010, otro más de las decenas sobre la crisis económica que se ven en las librerías, aunque el suyo (Los Libros del Lince) ya va por la 15ª edición. Niño Becerra afirma que la debacle económica que está sucediendo y estamos viviendo nada tiene de pasajera, ni se va a resolver en un pispás. No. El castillo de naipes se cae. "A medio plazo lo único que hay que hacer es sobrevivir. Hemos estado viajando en un crucero fabuloso y ahora, de golpe, es un bote de remos". Y se ha esfumado ya ese "ir a más" en el que nos movíamos hace poco para despeñarnos por el "ir a menos". Para siempre. "Creo que estamos aún en un momento de concienciación. La gente espera un milagro, necesita creer que es posible". Pero no. "Vamos hacia una época en términos humanos horrible, no es una época que a mí me guste. La persona como tal valdrá poco… tenderemos más hacia un colectivismo, algo más budista". ¿Y eso es negativo? "Bueno, pensar en colectivo no es tan estupendo… quiere decir que si disponemos de una sola dosis de antibiótico, por ejemplo, y usted es un genio, el antibiótico será para usted". ¿Ah, sí? ¿Quién decidirá eso? "Alguien lo hará, por el bien de la comunidad". Uff, ni un respiro, en este embudo último en que vivimos.
Y esto es lo de menos. Lo de más es que este declive implica otro peligro –el gran peligro en realidad–: la merma afectará al actual sistema político. "La democracia", asegura, "solo se puede dar en la abundancia". Y no se inmuta. Lo que se avecina, según él, tiene el color sombrío del recorte de derechos, libertades, igualdad… Muy criticado por sus tesis, que algunos definen de "profecías apocalípticas y repetitivas", Niño Becerra es vecino desde hace 30 años de la localidad costera de Vilassar de Mar; está casado, con un hijo. Es hombre de físico menudo, media melena lacia y barba gris a lo pombo. Un señor que parece poco dado a pensar en glamour alguno, que viste camisa azul y suspira de vez en cuando, impaciente, porque no se entienda lo que quiere decir (y dice mucho; no para) o porque no comprenda tu afición a circunvalar la charla e ir hacia otros territorios. ¿Cómo se gestó su libro 'El crack de 2010'? Llevo desde hace cinco años publicando artículos y el libro es la consecuencia de un proceso personal. Y llevaba mucho investigando sobre el agotamiento del modelo económico, llegaba a su fin. ¿Qué me hacía sospecharlo? El aumento de la deuda privada. Me pregunté por sus implicaciones... Entonces lo que aquí analizamos (junto a otros dos profesores) fue la evolución del PIB en cada país, las tasas de variación anual desde 1950… A partir de aquí vimos que el perfil evolutivo económico actual es igual al de la Gran Depresión. Si se compara la evolución de la variación del PIB entre 1923-1930, es igual a la de entre 2003-2010. Y de ahí nació. ¿De dónde salía el dinero para consumir tanto? Esa era la gran pregunta… Se lo daban. En 1996, el nivel de deuda privada en España era del 65% del PIB. En 2008 llegó al 220%. ¿Qué había sucedido? Aumento continuado de la deuda de empresas y personas físicas. Se lo daban. ¿Quiénes? El sistema, a través de las entidades financieras para que consumiéramos. Prácticamente todo el crecimiento se ha producido a base de deuda. No de salarios, ni de beneficios, España tiene los salarios más bajos de la UE por su baja productividad. Esto es lo realmente grave. ¿Y esto es culpa de los trabajadores…? Es culpa de la historia y de la estructura del PIB que tenemos. Más del 35% del PIB se genera a través de la construcción, el automóvil, el turismo y la hostelería…Actividades de poco valor; en consecuencia, los salarios que se pagan son bajos. ¿Qué tipo de PIB genera Suecia? Uno de alto valor. Tiene alta productividad y los salarios son elevados. Un dato que para mí es estremecedor es que España en 2006 tenía igual productividad que Suecia en 1975… España tiene una historia triste, de carencias, desde hace siglos. Y ni el modelo alemán que quieren implantar con la Reforma laboral va a funcionar. Porque aquí sobran personas, no horas de personas como allí, dada la mano de obra poco formada que tenemos; que es en realidad, la que necesitamos. Es decir que el retraso que existía en la España franquista sigue tal cual… Evidentemente. A ver, España ha crecido. La gran suerte fue que nos dejaran entrar en la Comunidad Europea en 1986 y eso permitió que llegasen inversiones extranjeras y que se pudiese exportar; vinieron extranjeros a residir, turismo a borbotones, etcétera, pero lo que es la productividad, eso sigue igual. Tenemos, por ejemplo, 18 plantas de ensamblaje de automóviles, 18. Pero ningún centro de decisión en este sector. En Francia dicen "cerramos la fábrica de Renault de Valladolid" y la cierran, y no pasa nada. En España se diseña muy poco y no se decide nada. Los grandes turoperadores turísticos no son españoles. Esa es la dinámica, un pez que se muerde la cola. Para mayor inri, hay 46 millones de habitantes. Si fueran cinco como Finlandia, sería menos grave. Es decir, hay una combinación de factores tremenda en los que yo entiendo que ningún Gobierno tiene la culpa, o todos son culpables. Usted no culpa a nadie, ni PP ni PSOE… Exacto, da lo mismo, igual que la Banca y las Cajas. Para mí no tienen culpa. ¿No es eso determinista? Si nadie tiene la culpa y nada se puede hacer… Entiendo que en la mayoría de los casos se hace lo que se puede hacer, no lo que sería deseable. Esta crisis es fruto de algo maravilloso, que fue el modelo que se puso en marcha tras la Segunda Guerra Mundial. Y que ha propiciado la protección social que tenemos. ¿Qué sucedió? A inicios de los setenta empezó a agotarse y la perversión vino por el lado del crédito. El modelo aumentó enormemente su capacidad productiva y la única forma que había de darle la vuelta a esto, de tirar para adelante, era que la gente consumiera. Tengo alumnas que en el armario tienen 30 blusas de temporada… Uf, eso no es nada, todos nos hemos dejado arrastrar, hemos gastado más de lo que podemos, seguro que también usted… Claro, la inmensa mayoría ante la pregunta de si le gustaría tener un Porsche, dirá que sí. Todos no, pero la mayoría sí. Que todos hemos gastado alguna vez por encima, seguro, y yo también, claro. No, en casas no. Mire, por ejemplo, el año pasado, en buenos restaurantes en París con mi esposa… Pero lo básico es que las deudas tienen que estar en relación con los ingresos, y eso no se ha cumplido. Y nadie, expertos, Ministerio de Economía, lo vio y avisó 'esto está yendo fatal…' Y les dijeron 'tú te callas'. En todos los ministerios de economía europeos hay gente muy válida y el Servicio de Estudios del Banco de España es uno de los mejores. Lo vieron, pero no había alternativa: o se crecía así o no se crecía. Hay una fecha crucial: 1991, Guerra del Golfo y derrumbe de la URSS. El modelo estaba caducado. Es cuando se producen las recesiones que aquí llegan tras las Olimpiadas y la Expo. Bien, entonces a alguien se le ocurrió –en EE UU, claro– que la única forma para seguir –no para cambiar, para seguir– era dar más crédito. Y el mundo entró en una orgía de crédito. Sí en EE UU, el negocio de las hipotecas basura, dar dinero a quien no puede pagar… Pero, y no se ría, ¡si lo deseable era que no pagaran! Le cuento la historia real. El esquema es perverso, pero genial. Se daba una hipoteca a la gente a la que nadie se la concedía y encima le decían que los dos primeros años prácticamente no tenía que pagar. ¿Dónde estaba el negocio? Por dos lados. Primero, como damos por supuesto que ya nos vamos a ocupar nosotros de que esto sea así, es decir, que el precio de la vivienda siga subiendo, nos dirán "no puedo pagar, aquí tienen las llaves". Y segundo, cojo estas hipotecas, las estructuro, titulizo y negocio. ¡Es genial! ¿Problema? Que el precio de las casas no siguió subiendo. Y llegó un punto en que la cantidad de bonos emitida y la cantidad de hipotecas amasada, teniendo en cuenta la gente que no pagaba, era desmesurada. En Detroit se podía comprar una casa por un dólar. ¿Y ahora peligran hasta las pensiones…? A Michael Portino, subsecretario de Hacienda con John Mayor, en 1992, le preguntaron si la gente cobraría pensión y él dijo que toda persona que entonces tuviera menos de 40 años no cobraría. Esto va a ser así. Fíjese en un dato curioso, en 1997 en España hacían falta ocho años para acceder a una pensión, no a la máxima sino a una. Ahora se habla de 20 años… Y nadie ha dicho ni pío. Estamos en una posición, todos en general y cada uno en particular, de salvar la situación, pura supervivencia. Al mirarle mientras cuenta parece un personaje de otro siglo, encajado en un despacho austero: una mesa, una ventana, un ordenador, una botella de agua en la mano y sus tesis en la cabeza. "Si usted me pregunta cuál es la mayor burrada que ha hecho la humanidad ha sido desperdiciar los recursos. Pero el desperdicio ha llevado al crecimiento". No admite una fisura de optimismo en su discurso liberal siempre; provocador a ratos, muy dado al impacto. Ejemplos: "¿Movimientos de población? Bueno, Europa entre 1865 y 1910 expulsó a 50 millones de personas. Sí, pero es que entonces había donde ir, EE UU, y eran bienvenidos, había que crecer y eran necesarios… Ahora ya no". ¿Masas de empobrecidos por todo el mundo? ¿Y quietos? Difícil de imaginar.Pero hasta para eso tiene respuesta: se legalizará la marihuana como se hizo con el alcohol en los años treinta del siglo XX. Niño Becerra se rige por una verdad: "La economía siempre es la protagonista. No lo es la política… Eso es una falacia. Cuando el señor Eisenhower dijo: 'Lo que es bueno para General Motors es bueno para Estados Unidos y viceversa', pues era verdad. Si el director de la Shell llama a Obama por teléfono, este se pone; pero si el que telefonea es Sarkozy, no es tan seguro ya que coja el aparato". Vayamos hacia delante. Haga un retrato robot de lo que será 2020. Habrá cambio de modelo. El pos Segunda Guerra Mundial se basó en ir constantemente a más a través del consumo, público, privado, empresarial… El problema de ir a más es que llega un punto en que se agota. Uno no puede poner 60 teles en casa, aunque cuesten un euro. Y consume y desperdicia muchos recursos. Hoy, por ejemplo, se sabe que queda uranio para 65 años. Esto lo vienen diciendo los ecologistas hace mucho. Sí, pero cuando empezaron a decirlo –el movimiento ecologista empieza en los setenta, no es casualidad– entonces no había que oírlo, no tocaba. Bueno, en Alemania, por ejemplo, sí los escucharon. Hubo (hay) Partido de los Verdes y hasta gobernando… Sí, pero los Verdes de hoy no tiene que ver con el partido de los setenta. ¿Por dónde íbamos? 2020. El objetivo no es ir a más, sino ir hacia donde sea necesario (lo cual es ecológicamente más sostenible; la contaminación bajará) que se base en la productividad. Los políticos tendrán poquísimo peso, lo tendrán los técnicos. Un escenario en el que se fabricará lo que sea necesario. Habrá crédito, sí, pero para fabricar o investigar lo necesario e importante. Y la gente tendrá que cambiar de chip, tendrá que ir a ver una puesta de sol en tren… Usted recibe muchas críticas por sus teorías, le voy a comentar algunas: que solo ve y habla de países ricos y los ricos hemos dejado de ser el 'Mundo'. Hay otros emergentes, los BRIC… ¿Se refiere a China, país del que dicen que el 40% de créditos dados por su banca es incobrable? … que lo que falla en sus análisis es que olvida que ni los políticos ni los ciudadanos están dispuestos a permanecer impasibles ante una crisis que devore la riqueza, lo social, el futuro… ¿Usted cree realmente que alguien va a tomar el palacio de invierno…? Yo no. … y tampoco tiene en cuenta a la población, su voluntad, su acción. Hoy todo es más global. Si aquí vamos mal y en otros sitios peor… la gente se moverá, vendrá a Europa en masa… No les dejarán, es decir, de la misma forma que se permitió –hablando de España o Francia– que hubiera inmigración para hacer pisos, se puede coger y prohibir a la gente que venga. Fíjese con qué ha amenazado Francia ahora a Rumania. Ordenas tu casa o te vetamos en el espacio Schengen. Pero ética y políticamente eso es… La ética cambia, ¿no? Quizá, pero el peso de la ciudadanía también y el acceso a la información ahora es mayor que… Mire, la productividad de descarga de un buque en el puerto de Londres en 30 años ha aumentado casi un 3.000%. ¿Qué quiere decir esto? Que hace falta menos mano de obra. No nos engañemos, en España nunca más volverán a construirse 800.000 viviendas al año. Insisto, la gente ha de vivir de algo, ¿alguna alternativa…? El modelo sustitutivo… Teniendo en cuenta donde estamos, país desarrollado, 2010, ya no hay nada para sustituir a los dos millones y medio de personas que construían pisos en España, nada. En el mundo, unos estamos mucho peor que otros. A día de hoy, la tasa de paro en España es del 20%; en Holanda, 5%. La de paro juvenil aquí del 40%; en Austria, 10%. En España vamos a un mayor empobrecimiento. Y fuera. ¿Sabía que en Sudáfrica, que sobra gente a mansalva, se están robotizando minas? El 45% de la población allí tiene menos de 20 años. Quien dice África, dice Asia; China es otro tema, es importadora de recursos. En un estudio de hace años se demostraba que si el 100% de la población del África subsahariana desapareciera, no pasaría nada. ¿Por qué? Porque los minerales seguirían ahí. Este es un cóctel explosivo, claro. Pero la realidad es que la tecnología cada vez necesita menos gente. Y los recursos no se pueden desperdiciar porque hasta que la tecnología no consiga otros, tenemos un problema. Y cada vez se necesitan más. Si China tuviera hoy igual cantidad de coches por habitante que EE UU, se bebería el 100% del petróleo del mundo. No le van a dejar tener la tasa de coches que tiene EE UU. ¿Quién les detendrá? Debido a la necesidad, un grupo de técnicos coordinados a nivel internacional, técnicos en lo monetario, dirá que hay que ir por ahí. ¿Significa eso un retroceso democrático? Sí. La democracia es para la abundancia. Cuando no la hay es difícil ser demócrata. En las democracias precisamente se intenta proteger a los que menos tienen y no solo a una clase boyante, es decir, proporcionar mecanismos que permitan que los servicios sociales sean iguales para todos, eso no solo tiene que ver con la abundacia sino con la justicia… Se hizo un estudio –creo que el Gobierno británico no tiene intención de sacarlo– para dar dinero a las universidades según número de alumnos inteligentes y pobres que tuvieran. Es decir, no dar dinero de forma indiscriminada, sino según capacidad y renta. ¿Por qué? Porque los recursos son escasos y por la ley de la igualdad y oportunidad. Claro, a eso se tiende en democracia entre otras cosas… En Finlandia hace años las multas de tráfico estaban en función de la renta; lo quitaron. Parece interesante, ¿no? Pues no. Ni en Finlandia. La democracia alemana, por ejemplo, a pesar de ser muy joven, es bastante más sólida que la española. Tras la Segunda Guerra Mundial, los alemanes trabajaron una hora para el Estado. Promueva esto aquí. Una democracia auténtica va muy asociada al nivel de desarrollo de un país. Quiere decir que esos países latinoamericanos o africanos que intentan democratizarse no lo conseguirán… El país latinoamericano más avanzado democráticamente hablando ha sido Costa Rica, pequeño, poca población. Y tenía un problema: gran parte de su economía dependía de una sola empresa. Un país grande como Brasil, si evaluamos, por ejemplo, la evolución del señor Lula desde que era un líder sindical… Desgraciadamente, política y economía no van de la mano. Un panorama poco optimista... Bueno, vayamos a la recuperación. ¿Va a llegar? Sí. Pero jamás volveremos a lo de antes, que alguien vaya a un banco y le den un crédito por el 130% del valor de la vivienda. La recuperación vendrá, dejaremos de caer, las cosas se estabilizarán… … poco optimista sobre todo por la asociación entre crisis y democracia. Pienso que la libertad política –es muy fuerte esto– se compra. En EE UU, cuna de la democracia, el salario medio de un afroamericano es entre el 30% y el 40% más bajo que el de un blanco a igualdad de trabajo. Y, por definición, es menos libre, tiene menos opciones. La evolución democrática, política, está en relación con la capacidad decisoria a nivel financiero. Si quiere lo saca: de verdad, las dos únicas comunidades autónomas en España, las dos únicas que tienen una auténtica autonomía, son Euskadi y Navarra, porque tienen autonomía financiera. Nos puede gustar o no, pero hasta que no aumente la renta de Marruecos la democracia allí no aumentará. La democracia tal como la entendemos se limitará. Y sobre lo que dice de acceso a la información, creo que estamos a un paso de regular Internet. Pura profecía totalitaria de Orwell (en su libro '1984') entonces para 2020… Vamos en esa dirección, por recursos limitados. Y en esto soy optimista. Si ahora se da carta libre para que todos vayan al Ártico a explotar el petróleo, va a ser un desastre. Se va a regular, por necesidad. Pero a la vez se frena la libertad; se empieza regulando allí y luego se regula la temperatura de tu casa. Hace 15 años todo era genial. La economía tiene dos definiciones: la ciencia que estudia la abundancia y yo creo que esta es la correcta, la que administra la escasez. Otras críticas: sus teorías responden a una concepción darwinista, habla mucho de las clases medias, se olvida de los pobres… Los pobres han sido necesarios hasta ahora para elevar al mayor número posible a la categoría de clases medias, de ahí el tema de la movilidad social, que en España lleva estancada 30 años. Y han sido necesarios a lo largo del XIX y XX para producir. Pero hoy no, hasta las clases medias son innecesarias. Usted vaticina el fin de la clase media. Y no soy el único. La clase media fue inventada por necesidad. Yo creo que la lectura "mala" de mi libro puede llevar a una defensa de unas élites tipo, yo que sé, la nobleza del siglo XV y tal, pero no, eran unos inútiles. ¿Usted sabía que en Suecia ya hay robots que reparten medicamentos en hospitales? Hay un libro de Jeff Rubin, que fue experto en asuntos de petróleo, que habla de que el mundo va a ser cada vez más pequeño, los núcleos de desarrollo y economía van a reducirse… Sí, esto ya tiene un nombre, clusters. Yo creo que vamos hacia una clusterización. El concepto de Estado cada vez tendrá menos importancia, y de nación o región, vamos hacia la creación de clusters, incluso transregionales, que colaboren entre sí y creen sinergias. Un ejemplo podría ser la costa mediterránea española y francesa, aunque cada uno siga siendo un país distinto. Esto en Alemania lo tienen avanzadísimo, la zona de Hamburgo… Creo que otro de los cambios que se va a producir es que el fenómeno de la deslocalización revertirá, debido al coste del transporte. De hecho está empezando a pasar… En EE UU se reinstalan fábricas de tornillería en minas abandonadas… Con máquinas, ojo, y uso de factor trabajo cero. Usted tiene un hijo de 23 años. ¿Qué opina de esto? En casa no quieren saber nada de economía, ni mi esposa ni él. Creo que esa generación tan denostada, la del 85 al 95, es más lista de lo que parece… Son mis alumnos. Y dicen: "Muy bien, ¿nos dan? Pues ¿para qué vamos a esforzarnos, nos dan para que tengamos la vida fácil y no molestemos?… pues aprovechemos… Pero creo que en el momento en que no puedan tener… se adaptarán, no son revolucionarios, no van a hacer la revolución… La muestra en la que usted se basa es limitada, sus alumnos son un grupo de élite ya muy seleccionado… Bueno, no sé… igual me equivoco. Es decir, que la masa de 20 años igual no tiene nada que ver con lo que usted tiene en clase… Pero vamos a ver: tasa de paro juvenil más del 40% en España. Entre 16-19 años, 60%. Por pura lógica estos chicas/os tendrían que estar pegando gritos por la calle y no lo hacen, no son revolucionarios… Estarán de botellón, se irán a Somalia y se fumarán un canuto, pero no son folloneros.

Siderurgia y ciencia-ficción

Santiago Niño Becerra es profesor “por evolución”. Economista durante 20 años en lo privado, sector siderurgia, se colapsó en 1991: “Trabajaba 20 horas, dormía 3. Me tomé un año sabático. Luego me sumé a la creación de la Facultad de Economía en la Ramón Llull, y aquí ando”. Y la siderurgia, ¿cómo va? “Cambiando. Ahí sí que existe disociación entre mundo rico y pobre. La ultratecnificada en uno; la común, al otro”. Lector de ciencia-ficción (Ray Bradbury, su favorito: ‘Crónicas marcianas’) y fan en lo económico de John K. Galbraith (“cirujano de la realidad”), dice que la enseñanza le gusta, pero decepciona: “Esperas rendimientos que no se dan. Escribir es más libre: dependo de mí”. Su otro vicio es la fotografía, tomarlas y manipularlas: “Un retrato: el único presente, un instante irrepetible”.