"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

viernes, 12 de febrero de 2010

De súbditos a ciudadanos, la gran transición



http://www.elpais.com/articulo/opinion/subditos/ciudadanos/gran/transicion/elpepiopi/20100211elpepiopi_4/Tes/

FEDERICO MAYOR ZARAGOZA 11/02/2010


"Escribo sobre un naufragio / ... sobre lo que hemos destruido /
ante todo en nosotros... Pero escribo también desde la vida... /
de un tiempo venidero".
José Ángel Valente en


Sobre el tiempo presente.


La solución a los gravísimos desafíos que enfrentamos es más democracia, mejor democracia. Y ello exige participación activa y conocimiento profundo de la realidad, que se dan especialmente en los "educados", es decir, los que actúan en virtud de sus propias reflexiones y nunca al dictado de nadie. Educación -no me canso de repetir esta inmejorable definición de Francisco Giner de los Ríos- es "dirigir con sentido la propia vida". Tener las alas sin lastres, adherencias, adicciones, para volar a contraviento, para plantar cada día, aun en tiempo desapacible, semillas de futuro, para avizorar, vigías del mañana, el porvenir, para procurarlo menos sombrío.


El artículo primero de la Constitución de la UNESCO establece que el resultado del proceso educativo deben ser personas "libres y responsables". Educación para todos a lo largo de toda la vida. Para todos, no para unos cuantos. Y todos es muy peligroso, porque los educados no permanecerán impasibles, resignados, sometidos. No serán espectadores, sino actores. No receptores adormecidos, distraídos, atemorizados, sino emisores. No permanecerán silenciosos ni silenciados. Expresarán, con firmeza y perseverancia pero pacíficamente, sus puntos de vista.


Con ciudadanos educados ya no habrá dogmatismo, extremismo, fanatismo, ya nada será "indiscutible" ni se obedecerá de forma inexorable. La educación vence la apatía, induce a la acción.
Sí, la educación es la solución. No hay democracia genuina si no se participa, si los gobernantes y parlamentarios no son, de verdad, la "voz del pueblo". Educación, pues, para la ciudadanía mundial, teniendo siempre presente el artículo 21/3 de la Declaración Universal: "La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público".


Hoy se premia a quien mayor esplendor mediático aporta; se promueve a deportistas, escuderías, etcétera, con desmesuradas cantidades y deificantes actos de presentación por el más desmesurado todavía retorno audiovisual; se patrocinan acontecimientos según aconsejan los cálculos de las compensaciones previsibles..., y los ciudadanos, sin tiempo para pensar y promover sus verdaderas opciones, siguen como espectadores indulgentes los espectáculos que se les presentan.
Tan acomodados llegan a sentirse como espectadores y receptores, tan obcecados, que pueden conocer sin inmutarse noticias sobre corrupción, sobre asimetrías intolerables, sobre hambre o niños-soldado.


Para movilizarse, para implicarse, para involucrarse es imprescindible tener tiempo para reflexionar. Cada ser humano único, capaz de crear, capacidad distintiva de la especie humana. Capaz de participar, rehusando las ridículas "obligaciones de la pertenencia", que hacen que muchos apoyen "porque sí" a determinados líderes o ideologías que, bien pensado, no tienen nada que ver con sus preferencias. En el preámbulo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos se dice que su ejercicio liberará a la humanidad del "miedo y de la miseria". La historia de la humanidad va unida al temor: temor al poder, temor a los dioses, en lugar de amor. Es preciso vencer al miedo con la palabra.


Es esencial "escuchar" el mundo. Observarlo, que es mucho más que verlo y que mirarlo. Tener esta visión planetaria, esta consciencia del conjunto de la humanidad, que es lo que nos permitirá reaccionar sin esperar a tsunamis que nos emocionen, que nos pongan en marcha.


Junto a la grave degradación medioambiental, la marginación de valores no sólo ha conducido a la deshumanización, sino a una competición en la que todo vale, sin límites, que busca afanosamente, sea cual sea el precio social y las condiciones laborales, la producción menos costosa. China, la fábrica del mundo, ha resultado ser, de este modo, el país comunista-capitalista que todos cortejan. Pero 1.300 millones de habitantes son muchos millones para imaginar indefinidamente la sumisión. Mejor prevenir...


Los plutócratas (G-6, G-7, G-8, ... G-20) han pretendido -y algunos todavía insisten- convertir el mundo en un gran zoco donde todo, empezando por la gente, forma parte de transacciones mercantiles. Los principales responsables de las crisis presentes (social, económica, medioambiental, alimenticia, democrática, ética) pretenderán tomar de nuevo el volante... si es que realmente se ha logrado que lo suelten. Controlan las finanzas, ocupan altas posiciones públicas y manipulan los medios de comunicación. Pero es posible -ojalá consigamos que sea pronto probable- que, como sucede ya en algunos países, la movilización ciudadana, la resistencia por fin manifiesta, lo impidan.
Los poderosos, que han ahuyentado desde siempre a los ciudadanos que, con mayor atrevimiento, ocupaban el estrado, no contaban con la "revolución virtual". La capacidad de participación no presencial (por telefonía móvil. SMS, Internet...) modificará los actuales procedimientos de consulta y elecciones. En síntesis, la democracia.


La decepción ciudadana al ver la incapacidad de los Estados para llevar a la práctica unos Objetivos del Milenio ya muy menguados y, más recientemente, hacer frente a las responsabilidades globales que supone el cambio climático, ha ido acompañada de la perplejidad e indignación que ha producido el "rescate" de las corporaciones financieras, responsables en buena medida de la grave situación que encaramos.


¿Y la gente? ¿Cuándo se "rescatará" a la gente? Es indispensable un multilateralismo eficiente, con instituciones internacionales dotadas de los medios de toda índole que requieren para el ejercicio de su misión.


Se terminaría así con los tráficos y mafias que hoy disfrutan de la mayor impunidad gracias a los paraísos fiscales, que deberían ser clausurados de inmediato y sin contemplaciones, ya que a ellos se debe en gran parte la proliferación de corruptos, y de los que son todavía peor, los corruptores, en el espacio supranacional.


Un Sistema de Naciones Unidas que no permita la explotación por grandes consorcios multinacionales que siguen empobreciendo a países potencialmente ricos, esquilmando caladeros, yacimientos, minas...


Unas Naciones Unidas que favorezcan la rápida interposición de los Cascos Azules cuando, como en los casos de Camboya o Ruanda, tienen lugar, al amparo de la "soberanía nacional", violaciones masivas de los derechos humanos o -Somalia es un buen ejemplo- cuando no existen "interlocutores gubernamentales" y el país se halla en manos de unos cuantos "señores de la guerra".




Y, sobre todo, la acción rápida y coordinada para reducir el impacto de las grandes catástrofes naturales (huracanes, ciclones, inundaciones, incendios, terremotos...) o provocadas, ante las que hoy vemos carencias increíbles, especialmente cuando se trata de países que tienen grandes arsenales bélicos.


Y la transición de una economía especulativa, virtual y de guerra (3.000 millones al día en gastos militares al tiempo que mueren de hambre más de 60.000 personas) a una economía de desarrollo sostenible global, que amplíe progresivamente el número de personas que pueden acceder a los servicios y bienes.


Un desarrollo que permita compartir, partir con los demás aquello de lo que disponemos, incluidos los conocimientos; que aumente la producción de alimentos, de agua, de energía renovable; que cuide y procure la buena salud de los humanos y de la Madre Tierra; que propugne el transporte eléctrico; unas viviendas ecológicas...


El porvenir está por hacer. El futuro debe inventarse venciendo la inercia de quienes se obstinan en querer resolver los problemas del mañana con las recetas de ayer. Muchas cosas deben conservarse. Pero otras deben cambiarse. Y hay que atreverse.


Las instituciones académicas y científicas, de intelectuales, artistas, creadores en general, están llamadas a liderar el cambio de época, la "rebelión" orteguiana para que sea realidad lo que lúcidamente establece el preámbulo de la Carta de las Naciones Unidas: "Nosotros, los pueblos"... Los pueblos no pueden permanecer -teniendo tantos conocimientos y experiencia acumulados-, como testigos impasibles. Deben ser faro y vigía.


¡Ahora es el momento de la sociedad civil! De la fuerza a la palabra, al encuentro, a la conciliación. De súbditos a ciudadanos, la gran transición.

La evolución del trabajo juvenil

La evolución del trabajo juvenil 

http://www.lavanguardia.es/premium/epaper/20100212/53890209310.html

Se busca BECARIO

La demanda de trabajadores en prácticas aumenta mientras bajan las ofertas de empleo
MAITE GUTIÉRREZ - Barcelona

IRREGULARIDADES Proliferan las ofertas para titulados en las que se ofrecen prácticas, algo ilegal
SALARIOS MÁSBARATOS CC. OO. calcula que 200.000 becarios cubren puestos de trabajo estructurales

Empresa de selección de personal E busca empleado con formación en el área de recursos humanos. Preferible con experiencia. Duración del contrato: seis meses. Sueldo: a concretar". Este es, en resumen, el puesto de trabajo que una conocida multinacional le ofreció el último verano a Vani Llugdar, una chica de 28 años afincada en Mataró. Vani cumplía de sobra los requisitos de la empresa. Licenciada en Psicología, con un máster y experiencia laboral en el sector de recursos humanos. Su sorpresa llegó cuando, en la entrevista de trabajo, le informaron de que no recibiría remuneración alguna durante esos seis meses. "Tras este periodo te convertirás en Consultora de Recursos Humanos, y entonces sí que cobrarás", le aseguraron.

Se lo pensó. ¿Trabajar medio año gratis con la esperanza de conseguir un empleo normal?Pero es que hay que pagar el alquiler... Vani estuvo a punto de decir sí - "viendo el panorama económico, realmente me lo pensé", recuerda-."Por suerte una amiga que trabajaba allí nos alertó de que lo único que querían era sacar trabajo a coste cero, que ni se le ocurriera aceptar", explica el novio de Vani, Marcos Ley. La indignación hizo que Marcos enviara una queja a la sección de Cartas de los lectores de La Vanguardia pidiendo que los jóvenes se rebelen contra este tipo de "abusos". Otros lectores se han manifestado en el mismo sentido.

Lo que le ocurrió a Vani no sólo es un "abuso", como decían ella y su novio, sino que además es ilegal. Un titulado no puede trabajar como "becario", tal y como le ofrecieron a ella. Sí como "empleado en prácticas", una figura regulada en el estatuto de los trabajadores, con la que se cotiza a la seguridad social y se cobra un porcentaje del sueldo acordado en el convenio colectivo de la empresa - ver cuadro-.

Sin embargo, cazar titulados/ becarios "es una práctica que determinadas compañías utilizan, más en un momento de crisis", explica Ignacio Dorestes, de la sección juvenil del sindicato CC. OO., algo que este diario ha comprobado a través de varios portales de búsqueda de empleo.

"Empresa de marketing precisa jóvenes con iniciativa para su filial en Valencia. Posibilidad de prosperar. Preferentemente con estudios universitarios. Media jornada. Sueldo: una ayuda de 150 euros al mes". La Vanguardia llamó a la compañía para aclarar si se referían a estudiantes o titulados:
- También titulados - respondieron.

- ¿Y eso es legal? - se les preguntó, a lo que colgaron el teléfono de forma inmediata.
A los sindicatos les preocupa que "cada vez más empresas" se apunten a esta práctica, según han detectado las secciones juveniles de CC. OO. y UGT. Sin embargo, en la búsqueda de ofertas de primeros empleos realizada por este diario abundaban otro tipo de anuncios. Compañías que ponían como requisito estudiar una carrera o un máster para poder cerrar un convenio de prácticas con la universidad - prácticas voluntarias, las que no dan créditos al alumno-.Así el candidato entraría en la categoría de becario - no se cotiza a la seguridad social y la empresa no tiene porqué pagar un sueldo-.Esto es correcto siempre que la beca tenga un objetivo formativo. Muchas compañías las utilizan para captar talento y los estudiantes para ganar experiencia - ambos salen beneficiados-,pero nunca se puede usar para cubrir puestos de trabajo estructurales, tal y como marcan varias sentencias del Tribunal Supremo. "El problema está en que algunas empresas quieren becarios para cubrir plazas y ya está", explica Vicenç Sellés, director de Treball Campus, la oficina de inserción laboral y prácticas de la Universitat Autònoma de Barcelona. Sellés afirma que últimamente han recibido más peticiones de compañías en este sentido. Grandes empresas inmersas en expedientes de regulación de empleo (ERE) han tratado de conseguir becarios a través de esta bolsa de trabajo para universitarios recientemente, pero se les ha negado para "evitar la explotación de los estudiantes". No son en absoluto mayoría - Sellés destaca "el buen trato" que dan muchas empresas a los estudiantes-,pero se ha notado un aumento significativo de aquellas con prácticas dudosas.

Sea como sea, la demanda de becarios crece, al contrario que las ofertas de empleo "normal". Centros de orientación e inserción laboral de varias universidades consultadas - Universidad Complutense de Madrid, Universidad Carlos III, Universidad de Sevilla, Universidad de Granada, Universitat de Barcelona, Autònoma o Pompeu Fabra-confirman que las ofertas de trabajo han caído entre un 8% y un 20% en función del centro.

En cambio la demanda de becarios se mantiene o sube en la mayoría de casos. En la UAB, por ejemplo, explican que en todo el curso 2008-2009 cerraron 1.700 convenios de prácticas. En cambio, a mitad del curso 2009-2010 ya se supera esta cifra. "Y esperamos más en el curso 2010-2011", afirma Sellés. La tendencia no sólo se ha notado en las bolsas de trabajo de las universidades; también en los principales portales de búsqueda de empleo. Julio Ros, director de Publicaciones y Contenidos de Infoempleo, explica que las ofertas de trabajo se han reducido un 62% del 2008 al 2009. En cambio las ofertas para captar becarios han aumentado un 6% en el mismo periodo. "Muchas empresas pasan por un mal momento, tienen falta de liquidez, y es más barato emplear becarios, que además suelen tener muy buena predisposición", afirma. Como curiosidad, la empresa de selección de personal que intentó "contratar" a Vani tenía ayer 35 ofertas para trabajar en ella; 17 eran para becarios.

Nadie sabe cuántos becarios trabajan en España. CC. OO. cifra en 200.000 los becarios que en realidad cubren puestos de trabajo estructurales. La sección juvenil del sindicato ha iniciado la campaña "Apadrina un becario" para concienciar a los jóvenes de que no acepten según qué ofertas y denuncien abusos. También el Consejo de la Juventud de España. En cuanto a las infracciones, el Ministerio de Trabajo no desglosa las causas con tal detalle. Sólo tiene datos sobre los becarios de investigación - un caso específico que regulará la ley de Ciencia-.Detectó 117 actuaciones irregulares en el 2009, con las que se defraudaron 1,8 millones de euros a la seguridad social. De los otros becarios, nada se sabe ni se hace.

CONSULTE  http:// empleo. clasificados. es

A la caza de la práctica

"Siempre te queda la esperanza de que esa práctica te lleve a un empleo, tengo compañeros que se han matriculado en posgrados sólo para que les puedan renovar la beca", explica Andrea Gómez, una chica de 22 años de Barcelona, licenciada en Ciencias Políticas, que envió otra carta de queja a La Vanguardia.Ella ha decidido decir no a más "becas injustas", aunque está segura que sobrarán candidatos para sustituirla. Un trabajo de becario es la única opción que queda a muchos jóvenes para intentar lograr un trabajo. Incluso en el extranjero. En la Cámara de Comercio Española en Londres las peticiones de becas para trabajar en la City se han disparado desde el 2009. "No damos abasto", reconoce Sílvia Estivill, secretaria de la Cámara.


Contrato en prácticas

Se debe contar con un título universitario o de FP, nunca se deben realizar a estudiantes y tampoco pueden transcurrir más de cuatro años desde la finalización de los estudios. La duración del contrato también es de entre seis meses y dos años. También se cotiza a la seguridad social.
Durante el primer año, el contratado ha de cobrar, como mínimo, el 60% del sueldo fijado en el convenio colectivo de la empresa. En el segundo año de contrato el sueldo sube al 75%.
Cuando el contrato finaliza se entrega un diploma. Si el Ministerio de Trabajo halla fraude de algún tipo, el contrato en prácticas se convierte en un contrato indefinido. Este tipo de contratos, junto a los de formación, son los que más han disminuido desde que empezó la crisis económica. En dos años han bajado más de un 14%, mientras que los contratos "normales", lo han hecho un 5% en el mismo periodo.


Contrato para la formación

Para personas sin estudios postobligatorios. El objetivo es adquirir conocimientos teóricos y prácticos para el desempeño de un oficio. El candidato debe tener entre 16 y 21 años - hasta 24 si está en paro y viene de una escuela taller-,carecer de un título que le permita ser contratado en prácticas. Cada empresa establece en su convenio cuántos contratos para la formación puede hacer, y en su defecto lo determina el Ministerio de Trabajo.

Estos contratos deben durar como mínimo seis meses y como máximo dos años. Se cotiza a la seguridad social. Cada empresa, según su convenio colectivo, fija el sueldo para estos trabajadores en formación, aunque nunca puede ser inferior al salario mínimo interprofesional en proporción al tiempo trabajado. La formación teórica se puede impartir en colaboración con distintas entidades. Al finalizar el contrato se obtiene un certificado.

Los estudiantes, menos exigentes con el tipo de trabajo o práctica

M. GUTIÉRREZ - Barcelona

La formación protege contra el desempleo, como han constatado diversos estudios, entre ellos el publicado esta semana por el Observatori Català de la Joventut y que muestra cómo la tasa de paro disminuye en las personas con estudios superiores. Sin embargo no inmuniza al 100%, sobre todo en el caso de las personas jóvenes. La tasa de paro en la franja de los 16 a los 29 años es del 38%. En un año, los contratos laborales han disminuido un 5%, según datos de la EPA. En el caso de los contratos de prácticas y formación - para recién titulados-,la caída ha sido del 14,7%.

La incertidumbre laboral ha llevado a los estudiantes y personas que acaban su carrera a exigir menos a la hora de buscar trabajo. "En tiempos de bonanza preguntaban mucho sobre el sueldo, si se trabajaba los viernes por la tarde o el horario, ahora en cambio no surgen estas preguntas", dice Núria Suteres, de la oficina de inserción y orientación laboral de la Universitat Pompeu Fabra. Lo mismo explica Sebastián Gamero, de la oficina de trabajo de la Universidad de Sevilla - en este centro han disminuido tanto las ofertas de trabajo para titulados como para becarios, aunque estas en menor medida-.

Las empresas, por su parte, piden más requisitos. Idiomas, másters... y apenas hay ofertas en las que no se requiera cierta experiencia. En el portal Infojobs, las ofertas en las que se exige como mínimo un título de FP de Grado Superior han pasado del 14,4% al 16.6% en un año; del 8,8% al 10,2% para los licenciados y del 2,8% al 3,4% para los ingenieros superiores. Las ofertas en las que se requiere un máster o doctorado se han duplicado. En Infoempleo, los puestos en los que se pide entre dos y cinco años de experiencia han pasado del 35% al 40% en dos años y las ofertas para personas sin experiencia laboral se han quedado en un escueto 6% del total en el 2009. Madrid, Catalunya, País Vasco, Andalucía y Galicia concentran el 70% de las ofertas para recién titulados sin experiencia, y Catalunya es una de las que más becarios reclama, en especial en los sectores de sanidad, consultoría, industria farmacéutica y servicios industriales.

Las carreras que mejor inserción laboral tienen siguen siendo las ingenierías y las relacionadas con economía y finanzas, indican las universidades consultadas. Las titulaciones de humanidades están en el lado opuesto. Otro de los efectos de la mala situación económica es el mayor autoempleo de los estudiantes.


L A S C A R A C T E R Í S T I C A S

Beca o convenio de colaboración

Existen varios tipos de becas, pero en todas ellas el becado ha de ser alumno de alguno de los ciclos educativos postobligatorios: FP, grado - antigua diplomatura y licenciatura-,posgrado o máster y doctorado. La empresa y la universidad - o instituto-acuerdan un convenio. No existe ninguna relación laboral, no se cotiza a la seguridad social y no tienen porqué ser remuneradas. Algunas becas son curriculares, es decir, el alumno está obligado a realizar prácticas dentro de su carrera y obtiene créditos académicos por ello, como si se tratara de una asignatura. Otras son voluntarias - en las que se ha basado este reportaje-.Aún así, siempre deben tener un objetivo formativo. En la mayoría de casos, tanto estudiantes como compañías se benefician de la relación. Un caso aparte son las becas de investigación, casi todas en el ámbito científico, donde se dan casos en que personas con 40 años son aún becarios.

Enriquecimiento de uranio

 
  
  
  
 
  
 
 

martes, 9 de febrero de 2010

Perspectivas sobre el trabajo en la crisis del capitalismo

Fuente: http://www.fuhem.es/cip-ecosocial/

Ir al enlace:

DIÁLOGO - José Manuel Naredo y Jorge Riechmann

Perspectivas sobre el trabajo en la crisis del capitalismo
Olga Abasolo

José Manuel Naredo y Jorge Riechmann reflexionan en este diálogo sobre el concepto de trabajo, sobre las características que ha adquirido y las perspectivas que se abren en el actual contexto de crisis de toda una fase del capitalismo.

La 'zona cero' del amianto



http://www.elpais.com/articulo/cataluna/zona/cero/amianto/elpepiespcat/20100208elpcat_3/Tes/ 

La fábrica del aislante, cerrada en 1997, deja una herencia letal en Cerdanyola - Un estudio detecta 149 casos de dolencias mortales entre antiguos vecinos y empleados

CRISTINA DELGADO - Barcelona - 08/02/2010

Un goteo constante de enfermos pulmonares. Eso es lo que queda del amianto en Cerdanyola, Ripollet y algunos pueblos colindantes, en la provincia de Barcelona. Un par de diagnósticos un mes, otro al siguiente: así hasta cerca de 35 al año. Son la herencia que ha dejado la fábrica de amianto que Uralita tenía en la zona, que, según un estudio médico, multiplica por 47 la probabilidad de desarrollar un cáncer mortal como el mesotelioma.

Un goteo constante de enfermos pulmonares. Eso es lo que queda del amianto en Cerdanyola, Ripollet y algunos pueblos colindantes, en la provincia de Barcelona. Un par de diagnósticos un mes, otro al siguiente: así hasta cerca de 35 al año. Son la herencia que ha dejado la fábrica de amianto que Uralita tenía en la zona, que, según un estudio médico, multiplica por 47 la probabilidad de desarrollar un cáncer mortal como el mesotelioma. También destaca un notable incremento de casos de cáncer de pulmón, asbestosis o derrames pleurales, entre otros. En total, el estudio localiza 149 casos de enfermedades mortales.

Vivir ahora en estas localidades no supone ningún peligro. Uralita, que defiende que siempre ha cumplido la normativa vigente, cerró su planta en 1997. Sin embargo, los enfermos seguirán apareciendo a este ritmo hasta 2020, porque muchos llevan el veneno dentro desde hace lustros, pero aún no se ha manifestado. Uno de cada tres afectados nunca pisó la fábrica.

Josep Tarrés, neumólogo, es el responsable del estudio. Lleva toda la vida viendo en la consulta de Cerdanyola un vía crucis de afectados por el amianto, una sustancia ahora prohibida, pero que hasta 2002 se utilizaba masivamente para aislar, fabricar tuberías y transformadores... Las fibras microscópicas de este material, al inhalarlas, se incrustan en los pulmones. Permanecen ahí décadas y las enfermedades que causan pueden no manifestarse hasta 20 o 40 años más tarde. "Mi interés en documentar los efectos surgió puramente de la necesidad", explica Tarrés. Es de Barcelona, pero llegó a Cerdanyola con el título de médico aún caliente bajo el brazo. "Y empecé a ver una patología de la que había muy poco escrito. Así que me decidí a registrarlo todo en un cuaderno", recuerda. En 2000 decidió iniciar un estudio serio, junto con especialistas de centros de atención primaria y el hospital de la zona. "Se trataba de estudiar la zona cero del amianto", dice. Los últimos resultados disponibles de la investigación -financiada por el Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol, la Seguridad Social y el Ministerio de Ciencia- han sido publicados en la revista Archivos de Bronconeumología, de la Sociedad Española de Neumología.

La gran aportación de Tarrés es que pone, al fin, cifras concretas a la herencia envenenada del amianto. Se sabía que el mineral causó daños en la zona, pero no se habían cuantificado tan a fondo sus efectos sobre los que vivían con él. "La fábrica supuso un factor de riesgo importante de enfermedades relacionadas con el amianto para trabajadores y población cercana". Mientras que lo habitual es que en una población no afectada aparezcan 10 casos al año de enfermedades relacionadas con el amianto por millón de habitantes, en el área de Cerdanyola se dan 95. En la más letal de ellas, el mesotelioma, la tasa pasa de entre uno y tres casos por millón a 47.

Un tercio de los afectados por el amianto son ambientales. Es decir, que nunca pusieron un pie en la fábrica. Enfermaron por inhalar las fibras de amianto que flotaban en la calle o las que llegaban a los hogares de los trabajadores en su ropa. Esto explica que las mujeres e hijos de los antiguos empleados sean uno de los colectivos más afectados.

A varios trabajadores de las fábricas de Uralita los juzgados les han dado la razón, a pesar de que la empresa se ampara en que sólo hacía lo que la ley permitía. Han logrado indemnizaciones, no sólo en Cerdanyola, sino también en Getafe (Madrid). Pero los afectados ambientales, hasta ahora no han rebibido nada. La Asociación de Víctimas del Amianto de Cerdanyola y Ripollet se agarra a los datos del estudio dirigido por Tarrés como a un clavo ardiendo. El próximo mes de mayo irán a juicio contra Uralita, de la mano del despacho Roca i Junyent. Le piden a la empresa cinco millones de euros en indemnizaciones por haber infestado las calles. Declararán en el juicio los alcaldes de Ripollet, Juan Parralejo, y Cerdanyola, Antoni Morrall, un arquitecto, una ex empleada y un periodista. Entre otras cosas, aseguran que la compañía dejaba en las calles restos de este mineral y los ventiladores de las factorías expulsaban al exterior fibras. "No buscamos hacernos ricos, sino dignidad y una compensación, para que, cuando la enfermedad avance, podamos pagar la ayuda que necesitaremos", dice una portavoz de la asociación.

De los 559 pacientes con los que se realizó el estudio hasta 2007, ahora se ha pasado a cerca de 900. "Hoy mismo me han llegado los informes de tres pacientes más desde otro centro de atención primaria", apunta Tarrés. Muchos se enteran de que están enfermos por casualidad. Como Mercé Duran.

Tiene asbestosis y se lo dijeron hace diez años, cuando le fueron a realizar una operación rutinaria. El médico vio su placa de tórax y le dijo que tenía afectada la pleura, que había partículas de amianto. Le preguntó dónde vivía. "Le contesté que en Cerdanyola, pero que no tenía importancia, porque yo nunca trabajé en la fábrica", recuerda. Pero el problema de Mercé, de 59 años, es que vivía al lado. "Cuando hacía viento, se levantaba el amianto que había por toda la calle y la ropa tendida se llenaba de polvillo blanco. Antes de poner las sábanas, las sacudíamos, y ya está", recuerda con amargura. En mayo irá a Madrid, al juicio por afectados ambientales. "No hace falta que acuda, pero quiero ir como público y sentarme en la sala. Llevamos muchos años peleando por esto", dice. Rosa Frisach recorre con Mercé las naves de lo que hasta finales de los noventa fue Uralita. Conoce bien los edificios, porque trabajó en la fábrica. Tiene 60 años y mucha energía, pero se ha tenido que jubilar por su asbestosis y le ha quedado una pensión de 600 euros. Tiene la enfermedad laboral reconocida. La minusvalía no, ya que asegura que por problemas burocráticos e interminables listas de espera médica no lo ha conseguido aún. "Pensé en hacerme un seguro privado para agilizar las pruebas, pero en ninguno me quieren", explica. Tampoco puede pedir un crédito si la cantidad es importante, porque exigen un seguro de vida que nadie le quiere hacer.

lunes, 8 de febrero de 2010

La crisis de la democracia en la sociedad-red

La araña y su tela

Manuel Castells conserva intacta su fe en las posibilidades emancipatorias de Internet. En su nuevo libro analiza las relaciones de poder y la crisis de la democracia en la sociedad-red

ENRIQUE GIL CALVO 06/02/2010


Son escasos los sociólogos españoles que han conseguido acceder a la cumbre de la élite académica internacional, y Juan José Linz es el decano de todos ellos. Pero en la generación siguiente destaca Manuel Castells (Hellín, 1942): quizás el científico social hispanohablante (aunque escriba sus libros en inglés) más citado de la última década. Prófugo de la dictadura, aprendió sociología con Alain Touraine en La Sorbona, tomando parte activa en la revuelta de Mayo del 68. Enseguida se convirtió en una figura del gauchismo parisiense de los setenta, especializado en sociología urbana. Y como a tantos izquierdistas de su generación, la caída del marxismo le condujo a convertirse no al neoliberalismo pero sí al determinismo de la high tech: las nuevas tecnologías de la información y comunicación, hoy llamadas TIC.

Comunicación y poder

Comunicación y poder
Manuel Castells
Traducción de María Hernández
Alianza. Madrid, 2009
679 páginas. 30 euros
Poderes y contrapoderes se enfrentan en la común arena de juego que son las redes virtuales y mediáticas

Así fue como, tras recalar en La Moncloa como asesor del presidente González, acabó en la Universidad de California, donde compuso su célebre trilogía sobre la Era de la Información, cuyo primer volumen, La sociedad-red (Alianza, 1997) habría de granjearle fama internacional tras ser ensalzado por autoridades como Giddens. Allí proponía un nuevo modelo de sociedad posindustrial, estructurada no por las relaciones jerárquicas de clase sino por la conexión múltiple a redes interactivas, cuyo paradigma es Internet. Y aquella ciberutopía de espíritu entre ácrata y tecnócrata, cuyos gurús eran los grandes patrones del capitalismo digital (los nuevos Edison, como Steve Jobs y Bill Gates), encandiló a multitud de profesionales urbanos. Eran los tiempos de la fiebre del oro especulativo que dominó la presidencia de Clinton, con el auge bursátil de las empresas punto.com.
Pero nada más producirse el cambio de siglo, la burbuja tecnológica estalló, refutando el mito digital de la nueva economía de la información. Entonces se produjo el 11-S, cuando otra clase de redes sociales, esta vez fanáticas y asesinas, derribó también el mito de la invulnerabilidad occidental. Y enseguida llegó la reacción neocon de Bush y compañía, que con el paranoico aplauso del pueblo estadounidense emprendió una criminal venganza de alta tecnología (una cruzada virtual, retransmitida en directo por Internet) contra los eslabones más débiles del islam. Todo lo cual refutaba el panglosiano diseño de la virtuosa sociedad del conocimiento. De ahí que Castells se viese obligado no a rectificar pero sí a rediseñar su modelo de sociedad-red, dando lugar a este nuevo libro como resultado.

Un libro cuya novedad más importante, como reza su título, es que junto a las redes de comunicación, que continúan estructurando la realidad social, aparece un nuevo factor causal: las relaciones de poder. Con ello vuelve al segundo volumen de su citada trilogía, El poder de la identidad (Alianza, 1998), donde ya aparecían tanto el poder del Estado y la llamada "política informacional" como los movimientos insurgentes de resistencia y transformación social, pues unos y otros poderes y contrapoderes se enfrentan en la común arena de juego que son las redes virtuales y mediáticas. Pero lo que en aquel texto se ventilaba en unas pocas páginas, aquí se extiende a lo largo de 550 (el resto son apéndices y anexos), a fin de incluir los últimos desarrollos en materia de cognición emocional (Damasio, Lakoff) y comunicación política (Hallin y Mancini, McCombs, Thompson).

El libro comienza por un repaso de las teorías del poder, quedándose con la que más le conviene: la de Michael Mann y su reticular modelo EIMP (económico, informacional, militar y político). Prosigue después resumiendo su propio paradigma comunicativo, que desarrolla para incluir su interpretación de la web 2.0, a la que llama "autocomunicación de masas". Y se centra por fin en el análisis propiamente dicho de las relaciones de poder, hoy fundadas en la dominación mediática (o simbólica como diría Bourdieu, a quien no cita), que hace posible una generalización del engaño como arma de persuasión masiva para dar lugar a la crisis de la democracia, identificada por Putnam con el declive del capital social. Todo ello ilustrado con ejemplos como la guerra mediática de Bush, el motín de los móviles contra Aznar el 13-M o la exitosa campaña electoral de Obama.

Parafraseando el vocabulario marxista de su juventud, cabría decir que en este libro Castells expone la contradicción entre las nuevas fuerzas productivas, ahora comunicacionales, y las emergentes relaciones de producción, hoy dominadas por el poder informacional. Lo cual supone reconocer que la sociedad-red es en realidad una tela de araña: una estructura de dominación donde el poder de la araña depende de la capacidad de la red para encadenar a los dominados, así como de la habilidad de éstos para desencadenar su resistencia. De ahí que se plantee como siempre la misma pregunta sin respuesta: ¿quién puede más, la tela o la araña? Para ser fiel a sí mismo, Castells apuesta por la red, conservando intacta su fe en las posibilidades emancipatorias de Internet. Pero esto se contradice con su realista retrato de la política informacional como engaño masivo, lo que hace sospechar que el destino de Internet es servir de virtual opio del pueblo como nuevo panem et circenses devaluador del capital social. O sea que al final, por mucho que la red reprograme la tela, la araña siempre gana.