DENNIS OVERBYE (NYT) - Nueva York
Al final, no quedarán ni los trozos. Si la naturaleza sigue su curso, dentro de unos 7.590 millones de años la Tierra será sacada de su órbita por el Sol, rojo e hinchado, y caerá hacia una rápida y vaporosa destrucción en una trayectoria espiral. Ésta es la previsión que indican los nuevos cálculos hechos por los astrónomos Klaus-Peter Schröder, de la Universidad de Guanajuato (México), y Robert Connon Smith, de la Universidad de Sussex (Reino Unido).
Este estudio es el último de un largo debate sobre el destino de nuestro planeta. El año pasado, el descubrimiento de un planeta gigante alrededor del resto de una estrella en la constelación de Pegaso dio esperanzas de que la Tierra pudiera sobrevivir a la muerte del Sol. Smith dice que el nuevo resultado es "algo deprimente", en mensajes de correo electrónico. Pero "si se mira desde otro punto de vista", añade, "es un estímulo para encontrar medios de dejar nuestro planeta y colonizar otras áreas de la galaxia". Aunque no espera que se dé por cerrado el debate, Smith explica que, si acaso, han subestimado las fuerzas que atraerían la Tierra hacia el Sol. "Así que me sorprendería que alguien pueda en el futuro rescatar de nuevo la Tierra de su suerte". Roberto Silviotti (Observatorio Capodimonte en Italia), que encontró el planeta en Pegaso, piensa que no es sorprendente que la gente se interese por la suerte de la Tierra: "La cuestión es que no sólo es nuestro planeta sino que conocemos el sistema solar y su estrella mucho mejor que cualquier otro sistema planetario y, por lo tanto, es lógico que podamos hacer mejores previsiones". El problema para la supervivencia de la Tierra es que el Sol se hará cada vez más grande y luminoso a medida que envejece, según las teorías aceptadas de la evolución estelar. En sus primeros 4.500 millones de años, el brillo del Sol ha aumentado ya en un 40%. Durante las próximas eras (centenares de millones de años), la vida en la Tierra se hará más incómoda, y finalmente imposible. "Incluso si la Tierra escapara por los pelos a ser engullida por el Sol", ha señalado Mario Livio, astrónomo, "se achicharraría y la vida resultaría destruida". Dentro de mil millones de años, el brillo del Sol habrá aumentado otro 10%. Los océanos se evaporarán. En el núcleo, se terminará el hidrógeno dentro de unos 5.500 millones de años y entonces empezará a quemarse el hidrógeno de las capas que lo rodean. El Sol se expandirá rápidamente al transformarse en una estrella gigante roja. El calor producido por este proceso transformará el sistema solar. Durante un corto periodo de tiempo hará tiempo de primavera en el cinturón de Kuiper, más allá de Neptuno. Mercurio y Venus serán tragados con seguridad por el Sol, pero éste, al hincharse, eyectará una gran parte de su masa. En consecuencia, su tirón gravitatorio disminuirá y la Tierra puede terminar donde ahora está Marte, en la frontera de ser tragada o escapar a esa suerte.
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