El doble espejo balear
EL PAÍS / NEGOCIOS/ 27-05-2007
Incluso entre los movimientos por una alternativa ecológica y social a la mercantilización sin fronteras del planeta, suele ignorarse el peso y la importancia de la turistización en la conversión del mundo en un paraíso liberal. Porque la industria turística actúa no sólo en el plano humano de la globalización, constituyendo, de hecho, la vía más rápida y amable de entrada en el estilo de vida consumista para sociedades alejadas de los centros de decisión. A diferencia de lo que acontece con los conflictos por la propiedad de los recursos minerales, por ejemplo, el impacto del turismo en los valores inmateriales de la comunidad colonizada son muchos más duraderos y letales.Pero si algún sector económico tiene buena prensa, ése es el turismo. De hecho, normalmente, ni nos damos cuenta de que estamos refiriéndonos a una industria que es la primera del mundo. La asociamos al viaje, al descanso, a la desconexión de la realidad del trabajo, incluso a la "aventura", como si no tuviera nada que ver con el avance sin freno de la llamada globalización.
El autor conoce bien todos estos aspectos de la cuestión. Joan Buades es un investigador crítico del turismo, medioambiente y de la vertiente humana de la globalización. Es licenciado en Filología Catalana por la Universidad de las Islas Baleares y ha sido parlamentario regional de Els Verds en Baleares (1999- 2003), época en la que promovió la implantación de la fiscalidad ambiental sobre el turismo a través de la llamada "ecotasa".
Buades bosqueja en este libro el papel del turismo en la globalización. Para ello, se sirve de la experiencia de las Baleares, uno de los paraísos de ocio más renombrados. El éxito económico del archipiélago, recuerda el autor, se ha producido en relativamente pocas décadas y ha podido materializarse a través de regímenes y circunstancias de lo más diverso. En definitiva, las Baleares se han convertido en una sociedad tremendamente moderna. La región constituye un ejemplo del acceso rápido a la civilización posindustrial desde una sociedad agraria con débil industrialización (Mallorca), o incluso a partir de un ritmo de vida de subsistencia (Ibiza y Formentera). Los niveles de vida superan la media europea y la renta per cápita es una de las más altas de España. Pero, paralelamente, señala el autor, vemos cómo los costes ambientales, sociales y culturales del éxito turístico balear socavan las bases de sostenibilidad del negocio turístico y la propia viabilidad de las islas como sociedades de bienestar comunitario.
Por ello, como efecto colateral de ser un "destino turístico maduro", desde hace pocos años las principales empresas turísticas del archipiélago han dirigido su atención al resto del mundo. Así, mientras llevan a cabo un abandono progresivo de sus propiedades en las propias Baleares, grupos como Sol Meliá, Barceló, Riu, Iberostar o Fiesta se han convertido en poderosas transnacionales con una creciente implantación en el resto del Mediterráneo, en Canarias, en América, en el Magreb e incluso en China.
A través de la obra, es posible establecer paralelismos entre las raíces y las formas de desarrollo del modelo balear con la actual presión turística en la Riviera Maya mexicana o situar en un contexto más amplio los conflictos por la tierra y el agua en Canarias, Marruecos o Jamaica. También permite descubrir las posibilidades que ofrecen los flujos de inversión y circulación monetaria de sello turístico para blanquear dinero, o averiguar por qué el turismo constituye el sector de la economía donde la desregulación ha llegado más lejos.
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