La información confiere fuerza
Fuente:http://www.icsf.net/icsf2006/uploads/publications/yemaya/pdf/spanish/issue_8/art01.pdf
Mujeres de comunidades pesqueras de España, Francia,
Holanda y Noruega, junto con sus seguidoras, se dieron
cita en Bruselas del 19 al 22 de noviembre de 2001 con el
ánimo de intercambiar experiencias y discutir el proceso
de revisión de la Política Pesquera Común. (PPC).
Brian O’Riordan, secretario de la oficina de Bruselas del
ICSF, es el autor de este artículo.
Si las mujeres desaparecen de la pesca, los peces
desaparecerán del mar. Este lema que guía el programa
del ICSF, La Mujer en la Pesca (cuyas siglas en inglés
son WIF), subraya la importancia del papel de la mujer
como esposa, trabajadora, socia, portavoz, etc., en
procesos decisorios y organizaciones de pescadores.
Ignorar este hecho, su papel y espacio en el seno de las
pesquerías y de organizaciones, equivale a cercenar las
perspectivas de futuro de las comunidades pesqueras de
la costa y de los recursos que las sustentan.
En el contexto europeo, las comunidades de pescadores
como tales se están extinguiendo a un ritmo vertiginoso.
Apenas puede sorprender el cuadro sombrío que emerge
de la introducción del Libro Verde de la Comisión Europea
sobre el Futuro de la Política Pesquera Común (el Libro
Verde): «En términos de conservación, actualmente
muchos stocks sobrepasan los límites biológicos que se
consideran seguros [...] Si la tendencia prosigue, muchos
se agotarán». Y continúa: «El sector pesquero se
caracteriza por su fragilidad económica [...] lo que se
refleja en su baja rentabilidad y en la disminución paulatina
del empleo. En el futuro, si es que quiere sobrevivir, el
sector pesquero comunitario deberá someterse a una
reducción importante».No deja de ser alarmante que
en las 41 páginas del Libro Verde tan sólo haya una
referencia a la mujer, en una breve sección titulada
«Otros temas sociales» (Sección 5.7.1., página 35),
que reza: «Además de asegurar la sostenibilidad del
empleo dentro del sector pesquero y de favorecer la
conversión laboral de trabajadores de la pesca hacia
otros sectores ahí donde sea necesario, a la Comunidad
todavía le quedan pendientes otras cuestiones sociales,
como por ejemplo la mejora de las condiciones de
seguridad a bordo de buques pesqueros y la regulación
de las condiciones laborales dentro del sector, sin
olvidar las horas de trabajo, a fin de reducir al máximo
los riesgos de seguridad [...] La Comunidad también
persigue el reconocimiento y el impulso del
importante papel desempeñado por las mujeres en
el sector pesquero». Pero, ¿qué papel desempeña la
mujer europea en la pesca? El informe que la Comisión
Europea (en adelante, la Comisión) publicará a
principios de 2002 está llamado a arrojar más luz sobre
esta cuestión e incluirá algunas propuestas referentes
al futuro papel de la mujer en las pesquerías europeas.
Por el momento, el anexo al Libro Verde (Volumen II,
Informe sobre la Situación Económica y Social de las
Regiones Costeras) constata: «En 1998, unos 80.000
empleos estuvieron ocupados por mujeres. Incluso en
el sector de captura, éstas representaron un 6% de la
mano de obra. El trabajo femenino estuvo presente en
la recolección de moluscos bivalvos en España y
Portugal, en empresas pesqueras ubicadas en la costa
de Bélgica y España y en la reparación y preparación
de artes en Grecia. Las mujeres acapararon la mayoría
de empleos de la industria de procesado de pescado
[...] y un 30% de los 47.000 puestos de trabajo
generados por la acuicultura [...]».El reconocimiento
de la aportación femenina al sector no se ha traducido
en su incorporación al proceso decisorio y de consulta
que se desenvuelve en torno al futuro de la Política
Pesquera Común (PPC). Al preparar esta revisión, la
anterior Comisaria de Pesca, Emma Bonino, anunció
que: «[...] únicamente un diálogo abierto que dé cabida
a cada uno de los grupos vinculados a las pesquerías
comunitarias, empezando por la misma industria y
pasando por organizaciones ecologistas, consumidores,
científicos y autoridades públicas, nos permitirá edificar
la política pesquera común del mañana». Y puntualizó:
«al revisar la política pesquera común en 2002, sería
contraproducente que nos circunscribiéramos a unos
pocos de los aspectos de las normas comunitarias
vigentes. Por contra, el objetivo debería consistir en
lograr que la pesca prosiga siendo una actividad capaz
de satisfacer los mandatos
de la economía y de proporcionar empleo y
oportunidades de desarrollo a las personas y regiones
que de ella dependen».Sin embargo, el proceso de
consulta ha dejado bien claro que las instituciones europeas
ven la pesca como una materia predominantemente
técnica y que a la vez identifican de forma simplista con
un sector industrial. Sus otras facetas (pesquerías
artesanales, participación, temas sociales, calidad del
empleo, etc.) han sido objeto de una atención mucho
menor, siendo ignoradas o bien calificadas de poco
relevantes. Así, en una reunión especial del Comité
Consultivo de la Pesca y la Acuicultura (CCPA) de la
Comisión sobre cuestiones relacionadas con la gestión
pesquera, cuando la portavoz de la ONG de Desarrollo,
Danièle le Sauce, esposa de un pescador, planteó el tema
de la participación femenina y preocupaciones suscitadas
por el empleo y futuras perspectivas, ¡le rogaron que no
desviara el debate! Así las cosas, el ICSF invitó a mujeres
de comunidades pesqueras de España, Francia, Holanda
y Noruega y a sus seguidoras a Bruselas a una reunión
en la que poder intercambiar experiencias, discutir el
proceso de revisión de la PPC y encontrarse con
instituciones de la UE. La reunión de Bruselas obedecía
a un proyecto, en el aire desde hacía cierto tiempo,
concebido con el fin de revitalizar las redes de trabajo y
las relaciones entre mujeres europeas vinculadas a la
pesca.Otra circunstancia hizo que el evento fuera todavía
más oportuno. Se organizaría de tal forma que
coincidiera con la vista celebrada en el Parlamento
Europeo acerca de la Revisión de la Política Pesquera
Común, en la que la Comisión de Pesca del Parlamento
presentaría su dictamen sobre el Libro Verde. Asimismo,
estaba prevista la reunión del Grupo de Trabajo del
CCPA, para la que las ONG de desarrollo habían
solicitado una agenda adicional sobre la mujer en la
pesca. Dicha agenda precedería la publicación del
informe de la Comisión sobre este mismo tema. Por
último, dado que el «Proceso del Libro Verde» en torno
a la revisión de la PPC concluiría a finales de 2001,
había que aprovechar la oportunidad de incidir en él en
su fase final a través de la vista parlamentaria y del
encuentro del CCPA.
Algunas participantes acudieron a título personal, otras
lo hicieron en calidad de representantes de comunidades
pesqueras, de organizaciones de trabajadores de la pesca
o simplemente como mujeres integradas en sus sectores
pesqueros. Los objetivos concretos del encuentro, de 4
días de duración (del 19 al 22 de noviembre), fueron:
• Reflexionar, trabajadoras de la pesca y colaboradoras,
sobre el papel de la mujer en las pesquerías de la UE, el
espacio y las posibilidades ofrecidas por la nueva
Política Pesquera Común (después de 2002), o las que
sería deseable que ofreciera, a trabajadoras de la pesca
y mujeres vinculadas a pesquerías a pequeña escala.
• Conocer mejor el proceso decisorio y de consulta
europeo, profundizando especialmente en la revisión
y formulación de la PPC.
• Incidir en los procesos decisorios del Parlamento
Europeo y de la Comisión ligados al futuro de políticas
que afecten a las mujeres vinculadas a la pesca. Las
participantes destacaron su preocupación por la poca
información que llegaba a las comunidades en un
formato que les fuera accesible. Asimismo,
constataron que dentro de las comunidades pesqueras
las mujeres solían ser más cultas que los hombres y
por ello se encargaban de la lectura y explicación de
informes, documentos y otra información oficial.
Todas se quejaron de lo críptica que les resultaba la
información que tenían sobre la revisión de la PPC.
Las principales conclusiones del encuentro residieron
en la necesidad de organizar intercambios con mayor
regularidad, especialmente sobre cómo las mujeres
podrían organizarse mejor. Asimismo, destacaron la
necesidad de:
• una mayor participación de mujeres de comunidades
pesqueras en los procesos de toma de decisiones;
• una discusión más centrada en cómo podrían influir
en el proceso decisorio a su favor, y
• acuerdos más formales a fin de que las mujeres
pudieran trabajar en equipo e intercambiar
experiencias de forma más regular y sostenible.
Para contactar a Brian O’Riordan, escribid a
icsfbrussels@yucom.be
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