La capacidad de persistencia o capacidad de carga (en inglés carrying capacity) es el nivel de población que puede soportar un medio ambiente dado sin sufrir un impacto negativo significativo (número máximo de individuos que pueden soportar una superficie). La capacidad de persistencia puede variar a lo largo del tiempo, en función de los factores de los que depende: cantidad de comida, hábitat, agua y otras infraestructuras vitales. Conforme la densidad poblacional aumenta, la tasa de natalidad disminuye y la tasa de mortalidad aumenta. Cuando se llega a la capacidad de carga, las tasas de mortalidad y natalidad tienden a subir y bajar (depende de la situación) de tal forma que se llegue a un equilibrio entre éstos. Por encima de la capacidad de carga, la densidad poblacional tenderá a disminuir y, por debajo, a aumentar.
Ejemplo
La población de alces y lobos de la Isla Royal National Park (Lake Superior) es una de las relaciones predador-presa mejor estudiadas: sin los lobos, el alce acabaría con gran parte de las especies vegetales; sin los alces, los lobos morirían. Los primeros científicos que estudiaron el problema pensaron que los lobos terminarían sobrepoblando la isla, acabando con la población de alces y, finalmente, muriendo de hambre. Sin embargo, esto no ha ocurrido, pues los lobos parecen autolimitar el tamaño de sus poblaciones.
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