Fuente: Capel, Horacio- Urteaga, Luis: Las nuevas geografías, Salvat, Madrid, 1984, p. 42-43.
Los elementos que cada individuo percibe del medio son, precisamente, aquellos que condicionan su vida diaria. El bloque de pisos, el colegio, el parque, el tráfico y la contaminación son los elementos de la ciudad entre los que se desenvuelve la actividad diaria de una niña de 10 años y, por tanto, configuran su imagen de la ciudad.
¡¡Para vivir sin agobios y realizar lo que desee!!. A través de la propaganda se intenta difundir una imagen idílica del campopara facilitar la venta de parcelas.
Desde comienzos del decenio de 1960 ¿ las ciencias sociales se vieron afectadas por el descubrimiento del amplio campo de la percepción subjetiva de la realidad. En el terreno del urbanismo la obra de Kevin Lynch sobre La imagen de la ciudad (1960) permitió tomar conciencia del valor de algunos elementos del paisaje urbano en la configuración de la imagen que los ciudadanos poseen. En antropología, en economía y en otras ciencias se descubrió que los individuos y los grupos sociales poseen una percepción sesgada de la realidad, en función de sus valores culturales, sus experiencias, sus aspiraciones.
Se vio, así, que cada hombre se mueve en un universo personal, organizado concéntricamente en torno a él.
La esfera más inmediata es el medio de su actuación habitual, del que posee una información personal y directa: la casa, el barrio, la ciudad, los lugares cercanos que frecuenta el fin de semana.
La más alejada estaría constituida por aquellos territorios de los que no se posee más que referencias vagas.
La distancia real no tiene nada que ver con la situación de estas esferas perceptivas: un español que tenga familiares en Alemania o en Australia conocerá más de esos países que de Argelia, a pesar de que este país se encuentra a solo 200 km de las costas españolas.
Una misma realidad puede ser percibida de forma muy diferente por distintas personas, y el estudio de las desviaciones de estas imágenes, entre sí y con la realidad, así como los factores que influyen en ellas, pasó a ser objeto de interés creciente para los científicos.
En geografía estas investigaciones se iniciaron con el estudio de la percepción del riesgo de catástrofes naturales, y continuaron con la percepción del medio y del paisaje, la imagen de la ciudad, la conciencia de pertenencia territorial.
La idea básica es que el hombre decide su comportamiento espacial no en función del medio geográfico real, sino de la percepción que posee del mismo. Esta se realiza tras la recepción de una información que es filtrada por el sistema de valores de cada individuo y da lugar a una decisión de comportamiento. Todo ello provocó un creciente interés de los geógrafos por la dimensión psicológica .
La mente del hombre, donde tiene lugar la percepción, la formación de la imagen y la decisión, se convierte también en un tema de investigación geográfica, ya que es el lugar donde se elaboran estas geografías personales mezcladas con fantasías que constituyen la última Terra Incógnita que queda por descubrir.
La imagen del espacio, el mapa mental que cada individuo posee del mundo, se convierte en tema de investigación a través de técnicas refinadas.
Particular atención ha recibido el estudio de la imagen de la ciudad, favorecido por los trabajos realizados en el campo del urbanismo.
La obra de Lynch había puesto de manifiesto que la imagen que los ciudadanos se forman de su ciudad está organizada en torno a unos elementos particularmente significativos: los caminos que se utilizan; los bordes o líneas de separación, tales como ríos, playas, ferrocarriles; los barrios; los nodos o puntos estratégicos de confluencia o encrucijada; y, por último, ciertos hitos significativos que son claramente iden-tificables en el paisaje (un edificio singular, una estatua, una torre...).
La imagen que se posee de una ciudad es diferente según la edad, la clase social, la actividad, el tiempo de residencia. Para un niño estará configurada por elementos que adquieren gran significado: la escuela,.el puesto de helados, un parque de juegos. En la imagen de alguien que se ocupa preferentemente de tareas domésticas figurará quizá de manera importante el mercado. En la de un trabajador destacará su barrio, el lugar de trabajo y las vías de relación entre uno y otro.
Él centro de la ciudad es un elemento siempre presente, no solo porque es un lugar de concentración de equipamientos y de frecuentación obligada, sino también por los elementos simbólicos (históricos, monumentales, culturales, de poder) que posee.
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