"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

lunes, 15 de septiembre de 2008

La moda en eje del juego de las identidades y de la compra compulsiva en la era del consumo como forma de vida.

"Vestirse es como escribirse en el cuerpo, es plasmar la propia biografía, es contar una historia nuestra a los demás " Oscar Wilde

“La moda es la última piel de la civilización”. Paco Rabanne

"La moda no es un arte, pero para dedicarse a ella hay que ser un artista”Yves Saint Laurent


La evolución del sector textil en España

2003

2004

2005

2006

2007

Empresas

7.200

6.850

6.350

6.100

5.900

Empleo (en miles) '-

257,5

243,3

223,2

206,0

196,5

Producción (millones €)

13.258

12.790

11.650

11.415

11.390

Valor añadido (millones €)

5.700

5.500

5.020

4.920

4.900

importaciones (millones €)

9.431

10.031

11.011

12.336

13.383

Exportaciones (millones €)

6.437

6.627

6.659

7.356

7.814





¿Para quién estás desfilando?


Alejada de su origen cultural, la moda apela al consumo compulsivo.Cinco argumentos para entender adónde conduce la pasarela

MARICEL CHAVARRÍA, LA VANGUARDIA, 5 de septiembre de 2008


Desesperada por llamar la aten­ción y posicionarse en el mer­cado de las gran­des marcas, la moda, efímera y frívola por natu­raleza, busca sin resuello epatar, sorprender un poco más cada día con pasarelas convertidas en oca­siones en auténticos happenings artísticos. Su misión: romper tabúes, recrear mundos oníricos y apelar a los deseos que hoy son un billete a la eterna insatisfac­ción.


El consumo y el motor co­mercial están en juego.

En una rentreé marcada por un sinfín de pasarelas como la sema­na de la moda de Tokio, Nueva York, Melbourne, Taipei, en Taiwán, o incluso la feria textil en Ponzan (Polonia), y de mane­ra más cercana, la moda de Valen­cia o la aún tierna Pasarela 080 que se celebra estos días en Barcelona, La Vanguardia se plan­tea, entre otras cuestiones, cómo ha cambiado la relación del con­sumidor con la moda o cómo exis­te un mercado de productos de lujo o diseño en busca de mino­rías en un mundo global.


1. El cebo de la pasarela


Convertir a los consumidores en creyentes. Eso es lo que buscan las marcas que proyectan estilos de vida. Lo explica la diseñadora e historiadora Imma Urrea, pione­ra en introducir la moda en la uni­versidad de Catalunya -codirige dos posgrados en la UPF- y socia de Sofoco Media. "Desde la caída de las ideologías en los años 80, las personas nos aferramos a identidades que a menudo crea la ropa. No compramos produc­tos sino marcas. Mientras, estas luchan por hacerse un hueco pa­riendo imágenes potentes".


La al­ta costura, un laboratorio de ideas donde se permiten las ma­yores excentricidades con tal de vender nombre e imagen, genera discursos, no importa si la gente se idenfitica o se rebe­la: es el míra­me, no me míres, soy como tú, no lo soy, no me importa co­mo voy sino quién soy...

En la ca­rrera hacia la transgre­sión, los diseñadores John Gallia-no y Tom Ford protagonizaron este principio de siglo un duelo para Dior y Gucci respectivamen­te, obligados el primero a ser ca­da vez más loco y el segundo ca­da vez más sexy. "Es la lucha por estar en las portadas o los noticia­rios de la noche. La moda espec­táculo vende sueño, locura y mo­dernidad, pero que nunca sale a la venta, porque Dior gana diñero con sus perfumes, bolsos, ga­fas... La gente escoge gastar me­nos en ropa pero llevarse el com­plemento. El logo le pone hasta la locura... claro que la moda es una gran hipócrita, pues las pro­pias marcas se han hecho con el negocio paralelo de copias y falsi­ficaciones y fabrican los caros y los baratos", afirma. La compra compulsiva y la búsqueda ince­sante de lo nuevo viene hoy alen­tada por la gran distribución. Za­ra, por ejemplo, ya no repone ca­da seis meses sino cada quince días. Incluso las grandes marcas tienen que hacer la colección cru­cero, el flash, el avance..., mano de santo para el consumo.


2. Trapitos y hotel donde lucirlos


El futuro del diseño y la moda es­tá en captar minorías y ofrecer multiproductos y multiservicios, dice la diseñadora Gloria Jover. Una élite acaudalada, que ya no es relevante en Europa sino en Asia o Latinoamérica, llama a la involución de la democratiza­ción de la moda. Las marcas to­man nota de la vuelta al lujo y fa­brican seríes cortas, pero ya no sirve el sueño francés de los 50. Es un público lejano, heterogé­neo. De modo que, comprendida la mentalidad del cliente, habrá que ofrecerle el modelo y el hotel donde lucirlo. El diseñador se atreve con todo tipo de objetos, y se cuece una unión con arquitec­tos con quien compartir códigos y crear ambientes comunes.


3. Menos sexo y más angustia


La versión tradicional de la mo­da -que parte de una clave fálica para vestir un cuerpo que respon­de a un ideal sexual- trae varian­tes. Diseñar no tiene el mismo sentido en una época en la que el mito de la armonía sexual se ha perdido y el sexo ya no es tabú. "Los modistos ya no aspiran a es­tablecer el canon de la represen­tación femenina, sino más bien a evocar algo de lo que es el ser mo­derno. En parte, sigue siendo ese ideal pero incluye aspectos rela­cionados con el sentimiento de vacío y angustia", apunta el psi­coanalista José Ramón Ubieto. Muerte, destrucción o abuso, as­pectos antes dejados de lado, su­ben a la pasarela. "El capitalismo hace de todo ello un objeto de consumo que caduca: el empuje a la insatisfacción misma".


4. Culturalizarnos en la moda


La cultura sobre la moda es un bien escaso en España, muy por debajo del nivel de EE.UU., Fran­cia, Gran Bretaña o Italia. Una ra­zón es que no hemos hecho de la moda una fuente de ingresos im­portante, dice Urrea. "Lo más im­portante que ha surgido aquí es Indítex, que ya ha superado a Gap como distribuidor, pero los diseñadores españoles no consi­guen que se lleve su moda en la calle y los medios relegan la mo­da a las páginas rosa", advierte la historiadora. Los especialistas echan en falta plataformas de opi­nión y análisis, más allá de las re­vistas entregadas a lo visual.


5. El sucedáneo de conexión


"Vivimos un momento de gran velocidad, lo cual no está nada mal, porque hemos llegado tan le­jos y somos tan rápidos y radica­les que todo aboca a que lleguen nuevos aires, otros valores", ase­gura Jover. "La moda hoy es vintage, lo recogemos todo y hace­mos un pastiche. Es un momento de cambio en el que rompemos dogmas, por eso banalizamos. Pe­ro la juventud creará nuevos valo­res éticos. La moda no deja de ser arte y provocación en la calle, y hay outsiders que pueden tener posturas interesantes y hacer un producto en profundidad. De mo­mento, lo que hay es una gran cri­sis ideológica. Se diría que no creemos que vaya a haber futuro. ¿Por eso no invertimos en know how? Vivimos el ahora, pero sin esa conexión espiritual. Y llena­mos ese vacío con el sucedáneo de la conexión que es la moda".»

1 comentario:

carrots3 dijo...

Guía práctica para un maquillaje perfecto

Para las mujeres es esencial lucir siempre bellas y bien maquilladas. ¿Cómo lograrlo sin tanto esfuerzo? Sigue estos consejos prácticos, harán que luzcas un maquillaje perfecto.

1. Prepara la piel con limpieza, tonificación e hidratación.

2. Usa corrector donde se necesite.

3. Extiende la base con los dedos o una esponja.

4. Aplica una capa de polvos sueltos.

5. Sombrea y delinea los párpados. Pon máscara de pestañas.

6. Peina las cejas. Si es necesario, cubre los huecos con lápiz o sombra.

7. Perfila la boca y rellena los labios.

8. Ruboriza las mejillas con blush.

Consejos fáciles

* El rouge no se fija bien sobre los labios húmedos o con restos de crema.

* Para que los labios se mantengan como recién pintados, empólvalos antes de poner el labial y luego fija el color pasando por la boca un cubito de hielo.

* Unifica el tono de tu pase con tu piel, maquillando el interior visible de las fosas nasales con un cotonete.

* Un blush de tono muy suave sirve para reducir el volumen de una frente ancha y elevar zonas hundidas, como un mentón pequeño.

* Disimula las arrugas con corrector: ponlo en la punta de un pincel y rellénalas. Utiliza el producto con moderación, si usas demasiado las resaltarás.

* En lugar de sombra aplica blush en el pliegue del párpado: da color, brillo y armonía al rostro.

Fuente:
www.feminis.com