"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

jueves, 12 de febrero de 2009

China: la gran transformación. Exposición LA CIUDAD CHINA


La gran transformación

Algún día, economistas e historiadores serán capaces de explicar la brutal transformación que está sufriendo
China, un país en el que casi todo, si no nos fijamos bien, parece no tener más de diez años como mucho. Actualmente, hay discrepancias entre los ven el proceso chino como una repetición a gran escala de otros que se dieron anteriormente en los procesos de formación del capitalismo, y los que piensan que podría estar incubándose un modelo distinto, del que todavía no se conocen perfectamente las leyes de su despliegue. Pero nadie se atreve a pronunciarse sobre el destino de este modelo que ha cambiado la faz del país en quince años, aplicando el principio de la destrucción creativa a un ritmo vertiginoso que desborda en mucho las previsiones más visionarias de Marx.

En el principio está la demografía.
Mil trescientos millones de personas son una fuerza inconmensurable, especialmente si están dispuestas a todo, formadas en un cultura secular de sumisión y respeto a la jerarquía.

Centenares de millones han dejado ya el campo en busca de trabajo en la ciudad, en unos fenómenos de migración interior sin precedentes. Y quedan todavía millones de personas convertidas en ejército de reserva, que cuando cambian de lugar de residencia se convierten en emigrantes en su propio país, dispuestos a desplazarse donde sea para encontrar trabajo.

Todo ello ordenado por la autoridad de un partido comunista que ha generado una nueva élite dominante formada por los renovados cuadros del partido, los nuevos empresarios y los hombres fuertes de la ciencia y la tecnología.

El paisaje de las ciudades, sometidas a una terrible presión política, económica y social, está cambiando a una velocidad asombrosa. Todo lo viejo cae en manos de los bulldozers y de las taladradoras.

Fracasada la utopía socialista, ahora hay que hacer a los ciudadanos partícipes de una nueva ilusión: China, la gran potencia capaz de volver a ser la primera nación del mundo. El
nacionalismo de la gran china es la mercancía ideológica que el gobierno vehicula, a costa de las minorías, los tibetanos, por ejemplo.

Las ciudades de China son irreconocibles para quienes las vieron hace quince o veinte años. Mientras la transformación imparable sigue, nos ha parecido interesante fijar la mirada sobre la cultura urbana china. Hurgar en las raíces culturales e históricas de la ciudad china como base de una arqueología de la ciudad actual. Y mostrar la ciudad china actual para comprender mejor el nivel de la gran ruptura que se está operando. Al mismo tiempo, señalar las tenues líneas de continuidad entre una y otra.

Se trata por tanto de reseguir algunos mitos de la cultura urbana china, buscando las huellas de su trazado en la ciudad actual y tratando de ver cómo se proyectan hacia el futuro.
De Chongqing (la ciudad más grande de China), donde uno se siente en otro planeta, hasta Pekín, que lleva puestas las señales y las marcas del poder, pasando por Shanghai, que huele todavía a ciudad burguesa, unas catas en el mundo urbano chino nos permitirán acercar al visitante a esta potencia que emerge aparentemente sin límites, que fascina e inquieta al mundo occidental.

La vocación urbana de las dos instituciones que promueven esta exposición –la Cité de París y el CCCB de Barcelona– justifica plenamente esta apuesta conjunta. China es hoy todavía una gran desconocida en Occidente, desde donde es observada a partir de unos prejuicios, positivos y negativos, que no ayudan a la comprensión. La fascinación que algunos sectores del mundo empresarial sienten por China hace pensar que su rechazo a la Unión Soviética no era tanto por comunista como por ineficiente en la explotación de los trabajadores. Los dirigentes políticos occidentales la contemplan a la vez con temor y con dudas. Pero con mucho miedo a provocar las iras del gobierno de Pekín. En cualquier caso, los discursos cambian según se ponga el énfasis en los datos macroeconómicos, en el trato a los ciudadanos o en las
pretensiones de gran potencia neoimperial. Ante tanta confusión, la exposición sólo pretende aportar una serie de iconos y referencias del pasado y de las realidades del presente. Un grano de arena para que la ciudadanía europea empiece a penetrar en este peculiar fenómeno que es la gran transformación urbana de China.

Josep RAMONEDA
Director del CCCB

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