"Quiero hablar de un viaje que he estado haciendo, un viaje más allá de todas las fronteras conocidas..." James Cowan: "El sueño del cartógrafo", Península, 1997.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Mujeres y emigrantes cambian España. El siglo de las mujeres. Expertos vaticinan la hegemonía femenina en esta centuria.



El avance de las mujeres


J. PRADES EL PAÍS, - Madrid - 23/11/2007

Los españoles somos algo más viejos, más cultos y más cosmopolitas que hace un siglo. Pero sobre todo, los cambios evolutivos que han marcado a la población española desde 1900 a 2001 tienen como protagonista a la mujer, que en cien años ha logrado superar en un 70% su tasa de analfabetismo, se ha incorporado de forma masiva a la Universidad y al trabajo y ha logrado copar la mayoría de los empleos de los dos pilares que sujetan cualquier sociedad occidental: la sanidad y la educación.

Este espectacular avance sociológico no se traduce todavía en puestos directivos o de representación, ni siquiera en igualdad de salarios. Pero la tendencia es clara, y el siglo XXI será, en opinión de los expertos, el siglo de la consolidación de la mujer, según se desprende de las conclusiones del estudio Actividad y territorio. Un siglo de cambios de la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), que ha sido elaborado por los profesores Francisco Goerlich, Matilde Más, Joaquín Azagra y Pilar Chorén, y que fue presentado ayer en Madrid.

En 1900, el 71,4% del sector femenino era analfabeto; en 2001, sólo el 3,4%, un porcentaje algo superior al masculino (2,4%), debido, en gran parte, a la mayor longevidad de las mujeres, según señaló Matilde Más, una de las autoras del estudio. En la tasa global de actividad, la transformación de los españoles no ha sido tan espectacular -era del 40% en 1900 y ahora ronda el 47%-, pero de nuevo es la mujer quien da un paso de gigante: 14% cuando comenzó en siglo y 40,4% en 2001.

De igual forma, el acceso femenino a la enseñanza superior oscila entre el 0,14% registrado en 1960 y el 13% de 2001. La presencia femenina es ya mayoritaria en la Universidad, a excepción de Madrid, Cádiz y Sevilla.

La encuesta del BBVA y el IVIE destaca también el envejecimiento de la población en todas las provincias, más acusado en Zamora, Orense, Lugo, Soria, Ávila y Teruel. También reseña que en 1900 la vida del 91% de los españoles transcurría en el lugar de origen, frente al 70% actual. La mayor movilidad geográfica corresponde a los inmigrantes: el 11,6% de los españoles procede ya de otros países.

La inmigración, asentada principalmente en la costa este, ha convertido a Alicante en la provincia con mayor censo de foráneos: el 20%, si bien una buena parte no procede de Marruecos, Rumanía y Latinoamérica, como en el resto de Espala, sino del núcleo próspero de la UE.

Mujeres y emigrantes cambian España

Mujer y emigración protagonizan la mayor transformación socioeconómica de los últimos cien años. La Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) han presentado recientemente la obra Actividad y territorio. Un siglo de cambios, que revela y analiza tan sustanciales cambios. El estudio ha sido dirigido por los profesores de la Universitat de València (UV) e investigadores del Ivie Matilde Mas y Francisco J. Goerlich, y elaborado junto con Joaquín Azagra, profesor de la citada Universidad, y Pilar Chorén, técnica del Ivie.

Actividad y territorio. Un siglo de cambios

Francisco J. Goerlich y Matilde Mas (directores)

Edita: Fundación BBVA

ISBN 978-84-96515-34-5


El libro analiza los principales cambios experimentados por la población española desde el año 1900, continuando así un trabajo precedente (La localización de la población sobre el territorio. Un siglo de cambios) publicado en 2006. La investigación recogida en esta obra se ha elaborado a partir de los censos de población del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de los padrones municipales de los ejercicios 2001 y 2005, con un exhaustivo detalle municipal.

La extraordinaria evolución de la situación de la mujer, que arrastraba desde hace siglos una profunda discriminación social y económica, y la importancia del fenómeno de la inmigración son dos aspectos que marcan, como se ha dicho, el siglo XX.

Y el cambio además se ha producido con su mayor intensidad en la segunda mitad del siglo pasado. España presentaba hasta entonces, en lo que a sus características demográficas y de actividad se refiere, apreciables diferencias respecto a los países de su entorno. Por ejemplo, la mitad de la población vivía en municipios con menos de 10.000 habitantes, y análoga proporción de sus efectivos estaban en la agricultura, las tasa de analfabetismo y de mortalidad eran altas y las de actividad laboral y económica de la mujer muy reducidas. El salto adelante en general, y el de la mujer en particular, se produce sobre todo al calor de los planes de desarrollo, de la industrialización, de la apertura al exterior de España y del turismo de la decada de los sesenta.

Prueba de la mejora de la cualificación femenina en los últimos años y de su mayor contribución al bienestar y al crecimiento es que si en 1960 el porcentaje de mujeres con estudios superiores era el 0,14%, en 2001 el 13% de la población femenina tenía formación universitaria, superando ligeramente el porcentaje de hombres con esa cualificación (12,6%).

Junto a los cambios educativos y formativos se observan en el estudio sus consecuencias más inmediatas. Una progresiva incorporación de la mujer al mercado laboral que ha influido en el aumento de la tasa de actividad, que ha pasado del 40% en 1900 al 47% en 2001. De este modo, la tasa de actividad femenina ha aumentado del 14,2% al 37,2% entre 1900 y 2001, mientras que la masculina ha descendido diez puntos porcentuales en el mismo periodo.

El estudio de la Fundación BBVA señala que, desde comienzos de los años sesenta, la emigración de las zonas más pobres y atrasadas de España cambió la fisonomía del territorio despoblando el interior y la montaña.

En la actualidad se ha invertido el signo de los movimientos de población, y España ha pasado de ser un país de emigrantes a convertirse en un país de acogida de inmigración, que continúa acudiendo a las zonas más dinámicas del país.

Como muestra de este cambio, si en 1998 la población nacida en el extranjero representaba el 3% de la población residente total, en tan sólo nueve años el porcentaje se ha cuadriplicado hasta llegar al 11,6% en enero de 2007.

La drástica disminución del analfabetismo que se ha producido en España durante el siglo XX, la disminución de las diferencias interprovinciales y entre municipios o el protagonismo económico que ha adquirido en los últimos años el sector servicios son otros aspectos analizados por este estudio sociodemográfico. La monografía incluye, además, una base de datos en soporte CD-Rom que contiene información de los censos 1960-2001 y los padrones municipales de 2001 y 2005.



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